miércoles, julio 16, 2014

El asesino de la llamada V

La oficina  se encontraba llena de papeles, el pizarrón de corcho se encontraba lleno de fotos y reportes de los crímenes realizados por el asesino, cada uno aparentemente sin ton ni son; algo no cuadraba con las investigaciones, en los últimos años estas personas no tenían ninguna relación entre sí, -cada vez está más confuso esto- pensaba el detective Guerrero, la huella era la única esperanza de encontrar algo para capturar al homicida.
Pero esa esperanza se esfumo, cuando los peritos de servicios periciales le informaron que no se encontró ninguno similitud de esa huella en el archivo criminalistico, ni en la base de datos de la policía, volvemos a quedar donde estábamos; en el principio, no solo la carrera de Guerrero estaba en juego, también la de fox 1, puesto que fue él quien recomendó a este detective.
Mas ensimismado estaba en sus pensamientos, cuando volvió a sonar el teléfono, todos los que se encontraban en la oficina se pusieron tensos, rogando que no fuera otra vez el homicida: “buen día  oficial, espero no interrumpir sus deducciones sobre mi persona, y tenga usted una pista más concreta que mi huella digital” esto dejo claro a Guerrero que esa huella fue dejada a propósito para de alguna manera dar esperanza de la captura de este intrépido criminal.
“Mi estimado detective, sé que formula muchas hipótesis del porqué de los crímenes, solo le diré una sola cosa: mi accionar es simplemente un justicia que aunque tarde, llega a quienes con sus acciones lograron destruir el camino de muchos jóvenes y niños, ¡Se lo merecían! Inmediatamente colgó y dejo aún más conmocionado a Guerrero, al parecer el asesino no era tan frio y calculador como se podía esperar de alguien como él.
Quizá ese era el error que Guerrero esperaba para poder empezar a dar con el criminal, inmediatamente empezó a trabajar de nuevo en el perfil del criminal, ahora enfocándolo en el hecho de que tenía un motivo palpable: la venganza, al parecer esto podía servir para poder dar con “el asesino de la llamada;” pero al parecer no había conexión clara entre cada uno de los muertos, al menos no en el momento de ser ultimados.
¿Cómo capitalizar esta información? Era la gran pregunta, el asesino había puesto algo en el énfasis de decir que lo merecían, ¿En qué momento coincidieron los muertos con su asesino antes?, además de que todo el proceso de investigación  de cada persona, ¿Cómo dio con ellos y como logro volver a sus vidas y ganar su confianza para permitirle ejecutar cada uno de los crímenes?
Tenía que trabajar contra reloj, ahora sabia de la seguridad que seguiría matando; cada persona seria la victima del “Asesino de la llamada” mientras no tuviera algún indicio de quien era el siguiente, necesitaría enfocar sus baterías a encontrar el hilo de la madeja que ahora no parecía tan enredada, al contrario metería hilo para sacar madeja; decidió empezar desde el primer crimen para buscar el origen de todo: si era un venganza el primero sería el iniciador del conflicto, y el segundo  sucesivamente eran quienes le dieron comparsa al primero.
El primer crimen se cometió hace ya tres años, Javier Urrutia era un importante ejecutivo con un historial impecable de triunfos y de logros, desde la primaria hasta su licenciatura y posterior maestría,  en ese entonces se encontraba laborando para uno de los mejores bufetes de publicidad; era uno de los accionistas que se encontraba en las preferencias del grupo mayoritario al mando.
Al parecer era un buen padre y esposo, puesto que su mujer al reconocer el cadáver solo tuvo preguntas de cómo alguien tan bueno fue ultimado y como era posible que no se supiera quien fue su asesino; fue encontrado muerto en la sala de su casa cuando sus familiares  salieron de vacaciones a la playa y fue precisamente su esposa quien dio parte a las autoridades.
 El cuadro era similar a los 3 asesinatos siguientes: el sentado en la sala de su casa, con un orificio de bala pero sin la ojiva sin ninguna muestra de violencia, como si conociera a quien le quito la vida, con un vaso de vino en la mesita de centro; todo indicaba que el permitió el paso, la intriga era como logro disparar sin que hubiera resistencia y tan preciso tiro, como saber el tipo de arma se sabía que era una arma de fuego por la autopsia realizada al cadáver y las marcas de corte de un bisturí.
Cuando fue encontrado el cuerpo de Urrutia ya había pasado algunos días, de hecho ya presentaba un estado de descomposición lo que dificulto un poco los análisis, no encontrando  ningún producto químico en el cadáver que permitiera conocer algún problema, se investigó a todos los compañeros del trabajo para poder obtener algún indicio, no encontraron nada, solo palabras de elogio para su compañero y jefe.

Habría que comparar los antecedentes del primer crimen con los del segundo, Guerrero empezó a buscar coincidencias entre ellos, y no encontró ninguna, ni siquiera fueron a la misma escuela desde la primaria hasta la carrera, no vivieron en la misma colonia ni remotamente cerca, algo no cuadraba en los dos primeros casos.