jueves, agosto 07, 2014

El asesino de la llamada VI...

Todo era confuso en los dos primeros crímenes, pero algo le decía que podía haber alguna coincidencia entre ellos ; empezó a indagar los antecedentes de cada uno y sus posibles nexos con el asesino: al revisar el primer caso se encontró que fue acusado de acoso escolar y posibles daños y lesiones a varios niños en su escuela secundaria, que no se le dio mucho seguimiento por el hecho de tener a un padre poderoso y prominente empresario, con las suficientes influencias y el hecho de enviarlo a una escuela en el extranjero.

El segundo caso fue encontrando algunas similitudes; pero en esta ocasión fue en el bachillerato donde fue acusado de lesiones a tres chicos, uno de ellos fue quien le acuso ante la dirección de la escuela, se dio el seguimiento pero por algunas razones extrañas no se otorgó ninguna penalización al infractor, y dejando a la parte afectada de alguna manera sin solución solo una disculpa y ya.

Las identidades de los afectados no estaban en los expedientes que reviso de las escuelas, pero empezó a encontrar algunos nombres que coincidían con algunos de los estudiantes, estos se encontraban en la lista de los asesinados, algunos de la secundaria y otro del bachillerato; así que parecía que tenía una leve esperanza de encontrar alguna pista dentro de los demás miembros de las escuelas.

La pregunta del millón era: ¿Quién por venganza estaba asesinando a sus excompañeros y como conseguía los datos actuales de estos? Todo era de alguna manera confuso; pero había ya un pequeño avance en las investigaciones, tendría que adelantarse a los crímenes buscar de alguna manera la forma de evitar y capturar al asesino antes que dé el siguiente golpe, el ajedrez que se jugaba era mortal, por un lado el deseo de venganza y por el otro la justicia y el hecho de hacer cumplir la ley.
En eso estaba cuando de repente sonó el teléfono de su escritorio, y observo de reojo a un compañero preguntando si empezaba a rastrear la llamada haciendo un gesto de aprobación se apresuró a contestar tratando de sonar loa voz lo más tranquilo posible: “Que tal inspector, como esta su día; espero que tenga avances de sus investigaciones y sepa que aún no puede capturarme, quizá tenga algunos datos sueltos pero el verdadero asunto aún no está completo; por cierto le deje un hermoso regalo en la estación del metro de bellas artes espero le guste el giro que pueden dar los eventos por venir.”

 Esto último empezó a preocupar a nuestro agente, nunca desde que lo contacto por primera vez, el tono ocupado siempre era neutro, es decir, solo se limitaba a contar el hecho
y dar por terminada la charla, pero ahora sobre todo con lo de “hermoso regalo” lo inquietaba de sobre manera, tomando el control del su voz le aseguro que tenía ya suficientes indicios sobre quien era, “no lo creo puesto que aún no tengo ningún policía en las puertas de mi casa, hasta pronto”.

Todo estaba  confuso, ahora ¿por qué se expresaba así de su crimen? Se apresuró a salir en busca del cuerpo que encontraría en el lugar fijado; efectivamente se encontró un cuerpo depositado en la entrada de la estación del metro, no había cámaras de seguridad cerca que pudiera grabar el evento, pero ahora entendía el porqué de su emotividad no era un varón  el asesinado ahora era una mujer, una muy bella pero que se encontraba en la lista del asesino de la llamada.

Esto daba un giro a la historia, ahora era una mujer, al parecer no solo eran hombres a los que tenía en su lista de sentenciados, quien podía asegurar que sería la única muerta por este hombre, cada uno de los agentes se preguntaba ¿Cómo era posible que alguien tuviera la sangre fría para asesinar a cualquier persona?