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Foto de mi primer Trofeo hace ya algunos años
en un torneo interno de Dragón Rojo. |
Después de tanto tiempo de no hablar del Wu shu, hoy se me ocurre recordar todos aquellos momentos que he vivido dentro de la practica de este hermoso arte marcial, así como de las distintas anécdotas que han pasado a lo largo de mas de 25 años en los que he estado ligado al entrenamiento de esta disciplina.
Mi ingreso al Dragón Rojo fue a los nueve años un mes de marzo de un lejano ya 1985,cuando la escuela se ubicaba en la calle de Secretaria de Educación en la colonia Ruffo Figueroa, cerca de la gasolinera del DIF, ahí la anécdota es que cuando llegaba siempre andaba con el entrecejo fruncido, hasta cuando me hablaba Shifu José Antonio, por eso cada vez que se acuerda me hace recordar ese gesto; otro hecho curioso es cuando hice mi primer examen: el de cinta blanca, me dieron un trofeo por disciplina, pero al momento que me pidió shifu mi nombre me encontraba platicando con un compañero, incluso en esas instalaciones gane mi primer trofeo en un torneo, ya que shifu realizo uno interno y logre el primer lugar en formas.
Pero esto no fue todo en esta etapa de mi entrenamiento, recuerdo que también preparamos una secuela de pelea entre 4 compañeros, quien nos armo la secuencia fue nuestro instructor el shijin (hermano mayor), Félix Villafuerte, y le puso "en defensa del honor" y no se por que razón o motivo le cambiaron el nombre después a "los poderosos", incluso cuando llegamos a presentarla en una exhibición; al hacer el ensayo general nos asignaron el numero que nos tocaba y nosotros ni en cuenta y nos tuvieron que llamar a gritos para que supiéramos que era a nosotros a los que les tocaba.
No Todo fue miel sobre hojuelas en mi camino, ya que por motivos de salud deje de entrenar mucho tiempo, pero regrese cuando la escuela estaba en la Avenida Alvárez: donde ahora esta Elektra, ahí fue donde sufri dos fracturas que me impidieron entrenar por unos meses, primero en el brazo una fractura de radio, y justo cuando se iba a realizar una exhibición por el inicio del año nuevo chino que tocaba al caballo me rompí la clavicula, esto en el año 1990.
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Poco después de ser cinta negra
en Eucaria Apreza #1 |
Dejando atrás esta mala racha de lesiones, llegamos a la sede que tuvimos en Eucaria Apreza frente a la Cruz Roja, donde ahora esta un negocio de pisos y azulejos, ahí tuve la fortuna de obtener el grado de cinta negra, junto a mi compañero y amigo Rene Flores, si no mal recuerdo fue un tres de agosto del 93, fue sábado, y estuvieron de sinodales Omar Rivera (+), Librado Garcia, Cesar Manuel Alvarez, Ofelia Avila, el examen empezó a las cuatro de la tarde y acabo como a las nueve de la noche, fue duro pero a la vez satisfactorio obtener este grado.
Varias veces estuvimos en la Calle Guadalupe Victoria en San Antonio, siendo lugar de muchas horas de entrenamiento, ahí incluso nos preparo shifu para peleas de full contact profesional, en las que yo participe en dos eventos de ese tipo, uno en Queretaro y el otro aqui en el palenque,vale decir que en los dos perdí, pero no por eso deje de practicar, al contrario me sirvieron de aliciente para continuar con la practica del wu shu.
Hubo un tiempo en el cual digamoslo así fue una buena epoca, en las cuales a torneo que íbamos sacaba un lugar en el podio, compartí con mi compañero Rene y Shifu mismo las delicias de ganar y lograr trofeos para la escuela, incluso con Rene si eran torneos de la asociación estatal de Wu shu, en chan chuan hacíamos el uno-dos, el ganando Rene el primero; en nan chuan ahí no tenia tanta competencia; en torneos abiertos donde se reunían todas las escuelas de artes marciales, también ganábamos.
Por cuestiones de la escuela primero y después por motivos personales he dejado de practicar un tiempo, pero ahora aunque no de tiempo completo sigo estando en el Dragón Rojo, practicando junto a shifu, y nuevos compañeros, nuevas generaciones que van surgiendo y ahora en nuestra nueva casa de Calle Colón #14 nos estamos preparando todos, quizá no como antes pero seguimos en la practica, así mismo esperamos seguir dándole el brillo del diamante como lo hicieron los cintas negras de las generaciones que me precedieron.
