Hace poco precisamente en el cumpleaños de mi mamá, tuve la oportunidad de recordar las fiestas que viví de niño, aquellas en donde se reunía toda la familia incuso los que venian de fuera, llegaban a felicitar a la cabeza de familia, en esas ocasiones mi abuelita (+), así como todos los primos nos reuníamos a hacer lo que mejor hacíamos: echar relajo y divertirse.
Esos tiempos han pasado , pero aun quedan los bellos momentos en los que valía la pena estar junto a parientes, conviviendo y teniendo un intercambio de noticias de cada uno, como decía lineas arriba el 5 de septiembre lo recordé, por ser la fiesta de mi madre; en la cual comimos el platillo del pueblo de mi madre y abuelita: mole verde con tamales nejos, los cuales los fuimos a traer a Xochipala; de donde son oriundas.
ahora los tiempos son distintos, pero aun queda el sabor de antaño, aquel donde todos conviviamos, y ahora lo volví a vivir al muy novedoso estilo, recordando con el cariño y el amor de una familia; un tanto extraña en algunas cosas pero que sigue viva y cambia pero no los sentimientos.
Recodábamos los hechos, los bailes y sobre todo a cada uno de nuestros familiares que ya no están físicamente con nosotros pero que en nuestro corazón viven por siempre, por cierto recodábamos una anécdota de mi abuelita que le gustaba como una de sus nueras bailaba una canción llamada "la roncona" muy popular en aquellos tiempos de los ochentas, de casualidad la teníamos en un cd, y la pusieron; después les enseño el vídeo.
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