jueves, enero 02, 2014

Relatos... La historia de Gustavo VIII

tomada de Internet
...Han pasado algunos años los suficiente para terminar la carrera y realizarse cada uno en sus áreas y en su vida el Amor sigue presente, cada  día sintiendo que su amor no se puede ocultar, atrás quedo aquellos días en que ambos ni se hablaban, con cambios en ambos; el moderando cada vez más su manera de beber, ella tolerando las ocasiones en que él llegaba beber.
Últimamente Gustavo se encontraba muy nervioso, incluso algo misterioso, este a veces inquietaba a Rocio; puesto que el no parecía estar de manera normal en el trabajo, cuando le llamaba por teléfono solo lo escuchaba decirle cuanto la amaba, pero lo escuchaba algo apresurado, el ritmo de trabajo que él iba adquiriendo era frenético; había recibido algunos premios de periodismo y por sus historias y cuentos, destacando siempre por su imaginación.
Pero en estas ocasiones se veía más apurado por realizar cada vez más trabajos, entregar siempre a tiempo sus notas y reportajes, esto la hacía no ver a veces por días a Rocio; esto ella no lo entendía muy bien, sabía que a él no le gustaba estar bajo presión pero ahora estaba con una gran presión.
Decidió hablar directamente con él, para preguntar qué estaba pasando porque el cambio de ritmo, le contesto Gustavo que era para asegurar algunas cosas pero que a su tiempo lo sabría; esto en lugar de tranquilizarla la desespero un poco más, pero decidió ser paciente y esperar a lo que él tenía preparado para ella y lo que vendría después, sus padres los empezó a ver muy misteriosos como si superan algo que ella desconocía; les pregunto infinidad de veces que sucedía, a lo que ellos siempre respondían con evasivas o cambiándole de tema.
Prefirió meterse de lleno en  su trabajo de fotografía, para evitar tener pensamientos negativos para lo que estaba viviendo; pero su mente no se podía concentrar, pensando en eso recibió una llamada a su estudio de fotos, era Gustavo que le dijo que por fin podría tomar un descanso, que le invitaba a celebrar un aniversario más de relación yendo a bailar tango al mismo sitio donde él se le declaro;  tan preocupada estaba en lo que pasaba que había olvidado su aniversario.
Le dijo inmediatamente que sí, y le dijo que pasara por ella temprano, porque al parecer sus papas tenían un evento y saldrían  fuera de la ciudad, sirve que aprovechaban el tiempo para estar juntos y platicar sus últimos días en lo que no se vieron ni hablaron por teléfono, una vez convenida la hora escucho el “Te Amo” más tierno que ella había oído de Gus.
Escogió el vestido más hermoso que tenía, uno color negro parecido al que porto la primera vez que ella fue al salón de baile “Paris” donde aprendió a bailar tango y  se declaró su amor por ella de parte de Gustavo;  al ponérselo se veía espectacular, tanto que Gustavo al verla se quedó boquiabierto, deslumbrado por la belleza de Rocio y por el porte que siempre tenía.
Gustavo en esta ocasión portaba un frac, cosa que sorprendió a Rocio puesto que el siempre que iban a bailar llevaba solo un traje normal y no uno de gran gala al preguntarle porque; solo recibió un “Es una noche especial y me quise poner algo muy especial para ti,” un beso callo las palabras seguido de un “Te Amo” y se dirigieron al salón.
El ambiente era distinto; había algo en el aire que se hacía diferente, desde que llegaron las miradas eran para ellos, todos con una gran sonrisa en los labios, la manera que los estaba atendiendo era muy especial, para alguien como ella esta situación estaba un poco extraña; pero como era su aniversario pensaba que era por eso. El maestro de ceremonias la saco de sus pensamientos cuando invito a cantar a Gustavo el tango con el que la sorprendió en esa primera vez, “El día que me quieras” de Gardel, Gustavo se levantó con rapidez y pidió perdón si en ocasiones le ganaría la emoción pero tenía mucho sentimiento en esta ocasión.
La iluminación era también diferente, las luces tenues solo dejaban ver sombras alrededor, no reparo por esto a dos personas que estaba en la mesa contigua, que expectantes esperaban el acontecer de la noche; la interpretación de Gus fue perfecta pero con una carga emotiva que le hizo verlo como un gran cantante de tangos, ella nunca lo había visto así, pero le encanto y al acercarse a su mesa le dio un beso muy especial, el que el sintió por primera vez cunado fue a conocer a sus padres.
La sensualidad del tango esta de manifiesto siempre en su baile, aunque sus canciones tengan títulos raros, como por ejemplo “Por una cabeza” que es muy emotivo, al pedirle bailar a Rocio no podía evitar temblar; ella lo noto de inmediato preguntándole si se  sentía bien. A lo que respondió “que era por la emoción de bailar con la persona más hermosa del mundo” se dirigieron al centro de la pista para bailar con las demás personas; a la mitad de la canción él le empezó a decir: “¿recuerdas que cuando estábamos bailando esa primera vez que viniste acá  te pedí que fueras mi  novia? Ella contesto con un si cargado de recuerdos y de emoción al rememorar esa ocasión.
Rocio noto inmediatamente que las parejas dejaban de bailar y se ponían alrededor de ellos en los límites de la pista, no le dijo nada porque no quería romper ese momento, quería seguir bailando con el amor de su vida quien le había hecho descubrir el Amor, aquello que soñó y que ahora tenía;  le tomó por sorpresa las palabras de el: “Hemos pasado muchas cosas juntos eres maravillosa, eres quien me ha hecho muy feliz en todo este tiempo, quien me dio la esperanza de que hay algo por que luchar en esta vida; por eso y muchas cosas más quiero preguntarte al muy importante.” Al decir esto saco algo del interior de su saco, y formulo la pregunta que muchas mujeres enamoradas quieren escuchar,  arrodillándose  le dijo: “¿Quieres Casarte Conmigo? Compartir tu vida a mi lado y poder envejecer juntos  tomados de la mano.”

Le extendió el estuche que tenía en la mano y lo abrió mostrando un anillo de compromiso que brillo el momento de mostrarlo puesto que las luces apuntaban directamente hacia ellos iluminando solo a ellos y pareciendo que solo ellos estaban en el lugar, Rocio estaba muda de sorpresa no sabía que decir (mejor dicho no podía articular palabra por la emoción), haciendo un esfuerzo soltó un ¡Sí! Que todo mundo escucho; en ese momento se encendieron las luces dando a conocer quienes estaban ahí en esa ocasión  tan especial: sus padres por principio de cuentas, así como sus mejores amigos y aquellos que vieron florecer ese amor...

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