miércoles, enero 08, 2014

Relatos ... La vida de Gustavo, capitulo final

---La emoción que sentían ambos era muy grande, Gustavo había preparado todo para hacerlo lo más secretamente posible para no levantar sospechas, “fue un crimen perfecto” le dijo en broma a Rocio, “no quería que supieras, para darte la mejor sorpresa de tu vida; le conté a tus padres, y ellos estuvieron de acuerdo.” Con la presencia de todos sus conocidos y amigos  ella pudo constatar que el plan había tomado algo de tiempo, puesto que estuvieron algunos de sus ex compañeros de escuela.
Sus padres eran los más felices viendo a su hija realmente maravillada por todo lo que Gustavo había hecho exclusivamente para ella,  cada detalle fue cuidadosamente verificado por Gus, desde la música hasta el momento que le pidió su consentimiento para poder casarse y vivir felices, como ella soñaba y muchas veces lo platicaron cuando estaban junto amándose y vislumbrando su futuro juntos.
Cada uno de los invitados felicitaba efusivamente a los novios, todos sabían que ese momento llegaría tarde que temprano, puesto que desde que iniciaron su relación afloraba el amor en cada uno de ellos; los dejaron en la pista bailando un hermoso tango, que de alguna manera dio también el amor y la sorpresa en esa relación.
La velada siguió de lo mejor para la feliz pareja, los padres de ella se tuvieron que retirar puesto que solo iban a estar en rato nada más, puesto que al día siguiente fuera de la ciudad, quedándose ellos con los demás invitados; pidiéndole a los novios que no  se fueran noche y que si manejaba gus que no bebiera mucho para poder manejar sin problemas, “no se preocupen  ya no tomare más, no hay problema,” fueron las palabras de Gustavo.
Durante la velada empezaron a hacer planes para poder llevar a cabo su unión matrimonial, empezarían los preparativos cuanto antes para poder realizar su boda antes de seis meses, de acuerdo a lo que tenían ambos en mente, así como su luna de miel y como seria su vida a partir de esa fecha todavía en plan; cada detalle seria cuidadosamente  elaborado para que fuera el sueño ideal de ella.
La fiesta termino ya de madrugada, los últimos invitados fueron retirándose dejando prácticamente a los festejados, a los músicos y el dueño, los cuales les dijeron que ellos los llevarían a sus casas, Gustavo se negó diciendo que ellos merecían descansar, agradeciendo su atenciones para con ellos, le comento a Rocio que se retirarían y  beso a su novia con todo el amor que podía expresar en una sola acción.
Al llegar al auto todavía se quedaron un rato dentro de él besándose y soñando el tiempo por venir, ella pidió manejar pero él dijo que estaba bien, que no se sentía mareado,  arranco el motor y enfilo rumbo a la avenida principal,  para tomar el camino a la casa de Rocio; la zona no era de mucha vialidad, solo circulaban pocos autos y no a mucha velocidad, el camino se  prestaba para seguir compartiendo sus sueños y volviéndolos comunes para ambos.
Súbitamente un auto se atravesó circulando a gran velocidad, impactando el lado del copiloto de lleno, por la rapidez de la situación Gustavo no alcanzo a reaccionar para evitar el impacto, que provoco que el auto diera varias volteretas para posteriormente quedar con las llantas hacia arriba, el conductor del otro vehículo salió despedido por el parabrisas, quedando  en la avenida muerto al caer de cabeza sobre el duro asfalto.
Con la cara ensangrentada por el impacto del parabrisas, mareado y con un fuerte dolor en la pierna derecha,  salió del auto intentando ponerse de pie para poder sacar a Rocio que estaba inconsciente sangrando de la cabeza, los gritos que el daba se podían escuchar claramente a varias calles, la desesperación hacían mella en él, no podía moverse y la vista se le nublaba cada vez más; el dolor era insoportable, súbitamente perdió el sentido cuando a lo lejos escucho una sirena   y perdió el sentido cuando un paramédico le preguntaba si lo escuchaba.
La escena era dantesca, Gustavo desmayado al lado de la puerta del copiloto, Rocio con el rostro ensangrentado y prácticamente prensada e inconsciente, su estado era crítico, puesto que no reaccionaba a los gritos del paramédico que se encontraba a  su lado; el otro conductor tirado en la avenida, sin vida y su auto destrozado, todo ocurrió vertiginosamente, los servicios de emergencia  se movían de prisa para poder auxiliar a los heridos.
Los segundos era claves para las vidas de Rocio y Gustavo, ella aunque débilmente reaccionaba, el por su parte estaba inconsciente pero sus signos vitales estables, tenía una pierna rota, así como diversas heridas en la cara y la cabeza, las quijadas de la vida lograron sacar a Rocio lo más rápidamente posible para trasladarla al hospital más cercano, los médicos al recibir el reporte del accidente inmediatamente pasaron al quirófano a Rocio para atenderla y lograr salvar su vida.
Gustavo reacciono unas horas después del accidente, preguntando inmediatamente por Rocio, al despertar se encontró con los padres de ella, y su familia; a cada uno de ellos les pregunto una y otra vez por ella, empezó a pedirles perdón a sus suegros por no haber reaccionado a tiempo y esquivar al otro auto, la cara que ellos tenían eran de una gran tristeza, él no lograba comprender que era lo que les sucedía. La verdad era dura para decirla así nada más, le mintieron para que pudiera volver a dormir, por efecto del sedante administrado para poder calmarlo,  pasaron varias horas más,  al volver en si Gustavo pudo ver su pierna enyesada, el brazo inmovilizado, por una férula por el hombro que se la había dislocado.
El momento de decirle la  verdad había llegado, el padre de Rocio pidió que los dejaran a solas: “hijo quiero que sepas que esto no fue tu culpa, yo personalmente estuve en los peritajes que se hicieron en el lugar del accidente, y pude constatar quien fue el causante de todo esto, desafortunadamente el culpable falleció y no podrá pagar por lo que hizo.”
“¿Y Rocio? Que pasa con ella porque no puedo verla, ¿Esta Bien?” fue la pregunta inmediata de Gustavo, al mirar a Don Emilio con lágrimas en los ojos no pudo evitar soltar a llorar y preguntar “¿Está muerta?” fue la pregunta que realizo con  el afán de oír lo contrario pero sabiendo que esto era cierto, al ver la expresión de dolor del padre del amor de su vida.
El grito de dolor que soltó Gustavo fue desgarrador, tuvieron que volver a sedarlo para tranquilizarlo, pasaron las horas con él inconsciente, mientras se preparaba todo para el sepelio de Rocio; al despertar solo siguió en silencio las indicaciones del médico y los cuidados que debía tener para su recuperación, cosas que escucho sin poner atención solo recordando todo lo vivido con ella.
El sepelio fue días después, con la asistencia de muchos de los amigos de ambos y familiares en una tarde gris en la que el sol no fue visto, en un nublado que ensombrecía mas la escena, un Gustavo demacrado a la distancia en una silla de ruedas y sin poder acercarse por miedo a que pensaran que fue el culpable de la muerte de su gran amor.

Su vida tuvo un giro muy drástico, todo cambio al momento del accidente, se volvió taciturno y volvió a beber, su trabajo bajo de nivel, y solo se dedicaba a su columna de los fines de semana, añorando a su amada Rocio, que lo único que tenia de recuerdo era la foto en la que estaban juntos después de su primera cita en el salón Paris, ella en su hermoso vestido negro y el en su traje oscuro. Solo eso y el alcohol le hacían la vida más llevadera.

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