---La
emoción que sentían ambos era muy grande, Gustavo había preparado todo para
hacerlo lo más secretamente posible para no levantar sospechas, “fue un crimen
perfecto” le dijo en broma a Rocio, “no quería que supieras, para darte la
mejor sorpresa de tu vida; le conté a tus padres, y ellos estuvieron de
acuerdo.” Con la presencia de todos sus conocidos y amigos ella pudo constatar que el plan había tomado
algo de tiempo, puesto que estuvieron algunos de sus ex compañeros de escuela.
Sus
padres eran los más felices viendo a su hija realmente maravillada por todo lo
que Gustavo había hecho exclusivamente para ella, cada detalle fue cuidadosamente verificado
por Gus, desde la música hasta el momento que le pidió su consentimiento para
poder casarse y vivir felices, como ella soñaba y muchas veces lo platicaron cuando
estaban junto amándose y vislumbrando su futuro juntos.
Cada
uno de los invitados felicitaba efusivamente a los novios, todos sabían que ese
momento llegaría tarde que temprano, puesto que desde que iniciaron su relación
afloraba el amor en cada uno de ellos; los dejaron en la pista bailando un
hermoso tango, que de alguna manera dio también el amor y la sorpresa en esa
relación.
La
velada siguió de lo mejor para la feliz pareja, los padres de ella se tuvieron
que retirar puesto que solo iban a estar en rato nada más, puesto que al día
siguiente fuera de la ciudad, quedándose ellos con los demás invitados;
pidiéndole a los novios que no se fueran
noche y que si manejaba gus que no bebiera mucho para poder manejar sin
problemas, “no se preocupen ya no tomare
más, no hay problema,” fueron las palabras de Gustavo.
Durante
la velada empezaron a hacer planes para poder llevar a cabo su unión
matrimonial, empezarían los preparativos cuanto antes para poder realizar su
boda antes de seis meses, de acuerdo a lo que tenían ambos en mente, así como
su luna de miel y como seria su vida a partir de esa fecha todavía en plan;
cada detalle seria cuidadosamente
elaborado para que fuera el sueño ideal de ella.
La
fiesta termino ya de madrugada, los últimos invitados fueron retirándose
dejando prácticamente a los festejados, a los músicos y el dueño, los cuales
les dijeron que ellos los llevarían a sus casas, Gustavo se negó diciendo que
ellos merecían descansar, agradeciendo su atenciones para con ellos, le comento
a Rocio que se retirarían y beso a su novia
con todo el amor que podía expresar en una sola acción.
Al
llegar al auto todavía se quedaron un rato dentro de él besándose y soñando el
tiempo por venir, ella pidió manejar pero él dijo que estaba bien, que no se
sentía mareado, arranco el motor y enfilo
rumbo a la avenida principal, para tomar
el camino a la casa de Rocio; la zona no era de mucha vialidad, solo circulaban
pocos autos y no a mucha velocidad, el camino se prestaba para seguir compartiendo sus sueños
y volviéndolos comunes para ambos.
Súbitamente
un auto se atravesó circulando a gran velocidad, impactando el lado del
copiloto de lleno, por la rapidez de la situación Gustavo no alcanzo a
reaccionar para evitar el impacto, que provoco que el auto diera varias
volteretas para posteriormente quedar con las llantas hacia arriba, el
conductor del otro vehículo salió despedido por el parabrisas, quedando en la avenida muerto al caer de cabeza sobre
el duro asfalto.
Con
la cara ensangrentada por el impacto del parabrisas, mareado y con un fuerte
dolor en la pierna derecha, salió del
auto intentando ponerse de pie para poder sacar a Rocio que estaba inconsciente
sangrando de la cabeza, los gritos que el daba se podían escuchar claramente a
varias calles, la desesperación hacían mella en él, no podía moverse y la vista
se le nublaba cada vez más; el dolor era insoportable, súbitamente perdió el
sentido cuando a lo lejos escucho una sirena
y perdió el sentido cuando un paramédico le preguntaba si lo escuchaba.
La
escena era dantesca, Gustavo desmayado al lado de la puerta del copiloto, Rocio
con el rostro ensangrentado y prácticamente prensada e inconsciente, su estado
era crítico, puesto que no reaccionaba a los gritos del paramédico que se
encontraba a su lado; el otro conductor
tirado en la avenida, sin vida y su auto destrozado, todo ocurrió
vertiginosamente, los servicios de emergencia
se movían de prisa para poder auxiliar a los heridos.
Los
segundos era claves para las vidas de Rocio y Gustavo, ella aunque débilmente
reaccionaba, el por su parte estaba inconsciente pero sus signos vitales estables,
tenía una pierna rota, así como diversas heridas en la cara y la cabeza, las
quijadas de la vida lograron sacar a Rocio lo más rápidamente posible para
trasladarla al hospital más cercano, los médicos al recibir el reporte del
accidente inmediatamente pasaron al quirófano a Rocio para atenderla y lograr
salvar su vida.
Gustavo
reacciono unas horas después del accidente, preguntando inmediatamente por
Rocio, al despertar se encontró con los padres de ella, y su familia; a cada
uno de ellos les pregunto una y otra vez por ella, empezó a pedirles perdón a
sus suegros por no haber reaccionado a tiempo y esquivar al otro auto, la cara
que ellos tenían eran de una gran tristeza, él no lograba comprender que era lo
que les sucedía. La verdad era dura para decirla así nada más, le mintieron
para que pudiera volver a dormir, por efecto del sedante administrado para
poder calmarlo, pasaron varias horas más,
al volver en si Gustavo pudo ver su
pierna enyesada, el brazo inmovilizado, por una férula por el hombro que se la había
dislocado.
El
momento de decirle la verdad había
llegado, el padre de Rocio pidió que los dejaran a solas: “hijo quiero que
sepas que esto no fue tu culpa, yo personalmente estuve en los peritajes que se
hicieron en el lugar del accidente, y pude constatar quien fue el causante de
todo esto, desafortunadamente el culpable falleció y no podrá pagar por lo que
hizo.”
“¿Y
Rocio? Que pasa con ella porque no puedo verla, ¿Esta Bien?” fue la pregunta
inmediata de Gustavo, al mirar a Don Emilio con lágrimas en los ojos no pudo
evitar soltar a llorar y preguntar “¿Está muerta?” fue la pregunta que realizo
con el afán de oír lo contrario pero
sabiendo que esto era cierto, al ver la expresión de dolor del padre del amor
de su vida.
El
grito de dolor que soltó Gustavo fue desgarrador, tuvieron que volver a sedarlo
para tranquilizarlo, pasaron las horas con él inconsciente, mientras se
preparaba todo para el sepelio de Rocio; al despertar solo siguió en silencio
las indicaciones del médico y los cuidados que debía tener para su
recuperación, cosas que escucho sin poner atención solo recordando todo lo
vivido con ella.
El
sepelio fue días después, con la asistencia de muchos de los amigos de ambos y
familiares en una tarde gris en la que el sol no fue visto, en un nublado que
ensombrecía mas la escena, un Gustavo demacrado a la distancia en una silla de
ruedas y sin poder acercarse por miedo a que pensaran que fue el culpable de la
muerte de su gran amor.
Su
vida tuvo un giro muy drástico, todo cambio al momento del accidente, se volvió
taciturno y volvió a beber, su trabajo bajo de nivel, y solo se dedicaba a su
columna de los fines de semana, añorando a su amada Rocio, que lo único que
tenia de recuerdo era la foto en la que estaban juntos después de su primera
cita en el salón Paris, ella en su hermoso vestido negro y el en su traje
oscuro. Solo eso y el alcohol le hacían la vida más llevadera.
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