domingo, febrero 23, 2014

El Francotirador V...

Mientras Raizel le contaba lo sucedido, Galia discretamente se retiró  para dejarlos solos, para que se relajaran y pudiera estar solos; llamando de inmediato a su jefe para informar que el objetivo se había cumplido de manera exitosa, sin ningún contratiempo y con limpieza, quedando en regresar al día siguiente después de la hora del almuerzo.
Al día siguiente después de un generoso almuerzo consistente en comida de la región se aprestaron a salir de la ciudad, pasando a cargar gasolina para el viaje de regreso a Acapulco, el chofer le informo que no se llevarían su instrumento (el fusil), porque los militares estaban revisando a todos los automóviles que entran y salen del puerto; por lo sucedido el día anterior, además le comento que al llegar a su destino el fusil estaría ya en su cuarto.
Como le había dicho el chofer, al llegar le avisaron que su equipaje había llegado hace una hora y lo subieron a su habitación, y además le llamo su amigo Cesar  Díaz que cuando llegara se comunicaría con usted; al llegar a su cuarto sonó el teléfono, era Díaz que le tenía ya la siguiente misión: ir a la sierra del estado a cumplir con otra labor de limpieza, ahora eran dos objetivos, el líder de la zona y su asistente que la labor de vigilancia estaba completa los itinerarios estaban  fijados, que como en el caso de la costa seria sencillo cumplir.
Le programaron la salida en tres días para poder disfrutar el puerto y preparar todo lo necesario para su viaje que sería en avioneta para evitar los retenes que tenían instalados en la entrada a la zona serrana del estado; mientras sucedía esto el propio Díaz se ofreció como guía para la pareja, mostrándoles los distintos puntos de interés  de Acapulco, al mismo tiempo vigilaba los movimientos de Frank intuyendo que algo podría salir mal o él se arrepintiera, cosa que al momento olvido cuando le pregunto Frank cuando saldrían a las prácticas de tiro.
Mientras  conversaban, Frank se dio cuenta que recibía Cesar algunas llamadas en las que respondía en inglés y se retiraba de donde estaban, empezó a buscar la manera de averiguar quién era el interlocutor misterioso de Díaz, suponía que era el americano del que le hablaron los agentes de la DEA; sus pensamientos fueron  interrumpidos por la voz de su guía que le comento que mañana saldrían a las prácticas de tiro que posteriormente le llevaría a conocer una finca en la costa.
Nuevamente contaron con el apoyo de Galia para mantener ocupada a Raizel, le ofreció pasar unos días en un spa propiedad de un amigo pero era solo para damas, poniendo la manera de mantener separados por dos días  a Frank de Raizel, y el pudiera cumplir su misión con comodidad si pensar en que podría ella darse cuenta de lo que se encontraba haciendo.

La hora era ya para salir al aeropuerto de Acapulco, como siempre conto con la ayuda del chofer que lo llevo a Zihuatanejo, para llegar a la nave que abordarían para salir rumbo a la sierra, llegarían a un pueblo llamada Yextla, en medio de la zona serrana, con cerros circundantes para poder realizar la labor, llegando a las afueras de la población  ya los esperaba una  camioneta de doble tracción para llevarlos al punto donde le habían indicado que era paso obligado para sus objetivos.
Le dijeron que ellos por lo general regresaban alrededor de las cinco de la tarde, en sus camionetas una detrás de otra con un grupo de personas armadas que eran sus escoltas, al oír esto pensó que era una trampa, puesto que al parecer no tenía respaldo y no conocía la zona para poder huir en caso de lograr suprimir a los objetivos; el chofer lo tranquilizo diciéndole que los hombres estaban ya de su lado y que solamente harían disparos al aire para disfrazar su complicidad.
“no le veo caso entonces de realizar esta operación si tienen gente infiltrada” fueron las palabras de Frank; el chofer le comento que para que no levantaran sospechas de que desde dentro se forjo la limpieza necesitaban que los escoltas aparentemente defendieran a sus jefes, no muy convencido de la explicación se dirigió al punto de observación y tiro, para preparar su nuevo amigo “Morelos B,” y abastecer de cartuchos necesarios para poder repeler en caso de ser requerido la andanada de parte de los guaruras.
Se acercaba la hora de llegada de los objetivos, empezó a preparar todo para lograr el mejor tiro de cada uno; por lo general los lideres manejaban sus autos así que solo había que eliminar al chofer de cada camioneta, la hora llego y no aparecían por el camino, empezó a preguntarse si algunos de los escoltas había hablado de los planes de eliminar a su jefes; empezó a observar a su alrededor para detectar movimientos en los parajes cercanos.
Recibió una llamada al radio que portaba era su chofer que también le servía de guía y apoyo; diciéndole que se aproximaban las camionetas, preparo el fusil y se dispuso a ejecutar la labor de limpieza, al aparecer en el camino la primer camioneta; apunto con precisión al chofer y disparo con eficacia corto de nuevo cartucho y dirigió la mira al segundo auto pero no vio al chofer, este había salido al oír el disparo, y mando a sus hombres a cubierto  para repeler el ataque, desconcertado no atino a ver quién era el jefe, pero empezó a ver uno a uno a los hombres que se movían, dándose cuenta que el líder era quien llevaba una cadena de oro con un dragón  de filigrana, ajusto el tiro y disparo dando en  el blanco al momento en que los hombres se relajaban y dejaban de apuntar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario