jueves, febrero 27, 2014

El Francotirador VI...

Una vez controlada la situación, Frank dejo el lugar donde estaba y se encamino hacia donde dejaron el auto donde ya lo esperaba el chofer para regresar al puerto; pero momentos antes de arrancar, los rodearon varias personas armadas y les gritaron que bajaran y pusieran las manos arriba; sorprendidos obedecieron y salieron lentamente, ambos estaban armados con pistolas 45 en la espalda, mientras no se acercaran no habría problemas.
Los pistoleros solo hablaban español así que Frank no entendía lo que decían pero el chofer trato de calmarlos diciéndoles que solo estaban de paso en  esa zona que tenía familiares ahí y solo iban a verlos, con la mirada le dio a entender a Frank que podría ponerse feo el asunto, no había otra opción tendrían que luchar por su vida, quizá no saldrían bien librados.
Frank sabía que estaba en riesgo su vida tendría que pensar rápido y el chofer los estaba distrayendo lo suficiente para poder sacar el arma y salir de ahí;  solo espero la señal del chofer que de alguna manera estaba mandándole  claves para poder llevar a cabo la acción; cuando escucho la palabra “¡ahora!” en inglés; se tiro al piso sacando de su espalda la 45que llevaba disparando hacia los  dos que estaban por su lado, al mismo tiempo el chofer logro impactar a los  otros dos que estaban al otro lado; no reparo en uno más que estaba atrás y le alcanzo a pegar en una pierna.
Rápidamente Frank realizo un último disparo dándole en la frente, rápidamente se volteo buscando a más personas pero todo estaba en calma, se apresuró a moverse para ayudar al chofer que a pesar del balazo estaba tranquilo; “no es la primera vez que me pegan una bala” le dijo a Frank para calmarlo: “es la primera vez que quien viene conmigo me ayuda a salir adelante” le dijo que manejara hasta la pista de aterrizaje  para poder salir de ahí que no tardaría la gente en llegar a averiguar sobre los disparos o sobre la ausencia de los pistoleros.
Manejando el auto lo más rápido posible, llegaron a la pista, el piloto ya los esperaba y encendió la avioneta, cuando empezaba a tomar vuelo aparecieron dos camionetas tratando de impedir el vuelo pero llegaron demasiado tarde y el ave salió viva de la zona serrana de Guerrero.
Ya en Acapulco, el chofer fue llevado a una clínica particular, para sacarle la bala y atenderlo discretamente, evitando la intromisión de la policía, Frank llego a su hotel se dispuso a dormir para poder quitarse los últimos momentos del día:  “la situación era tensa, había que suprimir al líder de la mafia que controlaba el tráfico de droga a  Estados Unidos, era un ciudadano americano, solo sabía que estaría ahí en esos momentos y seria la oportunidad de evitar el seguir sirviéndole como su asesino; el auto se acercaba, preparo su fusil  para cumplir su misión: los guardaespaldas salieron y miraron hacia todos lados para cubrir al jefe,  en el momento que salía la persona que era el líder se puso en tensión y el dedo se plantó en el gatillo del arma, al salir completamente el objetivo disparo sin pensar, cayo abatida por las balas y hasta entonces  se dio cuenta quien era la jefa: era Raizel quien estaba muerta en la puerta del auto.”
Despertó sobresaltado y jadeando, con la respiración agitada y sintiendo el mismo miedo que sentía cuando iba a regresar a Estados Unidos del medio oriente, poco a poco regreso la calma y se dirigió al baño y se lavó la cara para despejar la mente y poner en orden sus ideas, aún tenía que averiguar quién era el jefe en realidad de toda la organización.
Paso el día solo, puesto  que Raizel se había ido a un spa durante dos días; pensó en descansar y pasar el día entero en la habitación pero en ese momento llego César a platicar con él, para invitarlo también a una fiesta en una disco del puerto, no esperando una negativa le dijo que se cambiara y lo acompañara, “en un momento bajo” fue la respuesta de Frank.
El ambiente de la disco era inmejorable, era el jet set de Acapulco jóvenes de acomodadas familias, clientes frecuentes de la organización de Díaz y algunos compatriotas de Frank; todos se divertían y el alcohol corría a mares, así como algunas drogas que la gente del capo les disponía, al llegar Cesar, todos le saludaban con reverencia  y respeto; cada persona le alguna manera le debía algún favor a esa organización.
Todo ese ambiente no era ajeno a Frank, pero siempre de alguna manera no le gustaba mucho, era más bien de ambientes tranquilos, sin embargo trato de adaptarse a lo que estaba viviendo en ese momento, al llegar al área donde Cesar Díaz tenía su digamos su altar a su ego y poder; dominaba toda la pista de baile y la entrada, así podría moverse a su antojo para evitar ser capturado.
Los tragos llegaron acompañados de hermosas chicas que solicitas le ofrecieron compañía a Frank una de ellas se acomodó al lado de Díaz, que se  dispuso a disfrutar de tan buena compañía; “dejemos los negocio por un lado y divirtámonos por esta noche” fueron las palabras del jefe, en eso recibió una llamada; al momento se levantó y contesto de manera que se veía que era su patrón quien le llamaba para pedirle cuentas del trabajo del francotirador.
“Todo en orden jefe, se han cumplido dos limpiezas falta la tercera pero por ahora necesitamos que descanse nuestro plomero, porque tuvo que trabajar extra en el trabajo en la sierra,” alcanzo a escuchar Frank sobre su persona; era sin duda alguien que de alguna manera estaba en conocimiento de quien era la persona encargada de hacer ese trabajo sucio, parecía que no solo Cesar sabia de sus habilidades; la persona al otro lado del teléfono de alguna manera lo conocía o era alguien cercano a él.


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