jueves, junio 12, 2014

El Asesino de la llamada II...

La osadía no tenía limites, esto tenia a Guerrero perplejo,  era un golpe a su ego tan  fuerte como ver roto su record de calificaciones en la carrera de psicología que curso de manera magistral en la universidad, para luego probar suerte en la policía federal, donde se graduó con honores, este era realmente un caso digno de prestarle toda su atención; mientras pensaba en la llamada, llego su jefe inmediato conocido como fox-1 reclamándole el hecho de no pedir rastrear la llamada; a lo que le comento que no era necesario puesto que siempre realizaba las llamadas desde teléfonos públicos distantes entre sí.
“Los movimientos de este criminal son cuidadosamente estudiados desde el inicio de la selección de la víctima hasta la culminación del acto cuando realizaba la llamada a la policía y a los medios, pasando por la molestia de quitarle la bala al cuerpo con la calma de un cirujano en una operación de rutina;  una de las vertientes que ya intentaron cubrir, sin embargo no había relación entre algún médico y los muertos eran completamente distintos los  que atendían  a estos.
Algo era seguro: el o la criminal tenia conocimientos de medicina, puesto que los cortes realizados para extraer las ojivas eran precisos y sin ninguna cortadura de mas,  además de que solo era un solo disparo exacto en el corazón, lo que también hablaba que era un experto tirador o un ex miembro de las fuerzas de seguridad, todo esto era lo único que tenía Rodrigo Guerrero para intentar  resolver este caso; no encontraban huellas que pudieran aportar algo para capturar al “asesino de la llamada.”
Todo era oscuro en este caso, los asesinados eran completamente distintos, no había relación entre ellos, ninguno tenía algo que ver con el otro, pero sin embargo al parecer no era casualidad que fueran el blanco de nuestro criminal, algo raro flotaba en el ambiente de la investigación, todos de alguna manera compadecían a Guerrero porque todo se enfocaba a su persona por ser el elegido de fox-1 para resolver el crimen, sin más pista que las llamadas y las escenas del crimen.
Una nueva pista empezó a aclarar un poco las investigaciones, en la última autopsia se encontró rastros de un  químico que provocaba la parálisis total del individuo; eso era lo que explicaba los tiros certeros y la inmovilidad de las víctimas, un punto que quizá explicaba una pequeña parte de este embrollo;  el punto ahora era como se le administraba el químico a las víctimas.
Algo empezaba a salir a la luz, al no haber violencia en las escenas, hacía suponer que o era alguien conocido de las víctimas, o alguien que pudo acercarse a ellos lo suficiente para poder administrar el químico paralizante, moverlo y disparar; ¿Cómo llegaba a su objetivo?, era la principal interrogante, como se acercaba a cada uno de ellos tan distintos entre sí, cada uno con educación disímbola, algunos licenciados  y otros con secundaria apenas.
Todo estaba tan enredado, y para acabar de ponerle sal a la herida en el momento más inoportuno, sonó el teléfono del cubículo del detective Guerrero, todo en ese momento se detuvo los demás agentes contuvieron la respiración, al pensar que fuera el criminal para anunciar su nuevo golpe: “hola sr, Guerrero, me comunico con usted para decirle que he cometido otro asesinato, una vez más he quitado de en medio a una cucaracha de este mundo.”
Los agentes encargados de rastrear las llamadas trataban frenéticamente de localizar  el punto de origen de la llamada: “no se preocupen de seguirme, voy un paso delante de ustedes, la dirección es muy sencilla; lo encontraran en la calle de motolinia esquina con 16 de septiembre en el centro histórico; fue un placer  volver a saludarlo y ofrecerle mis respetos.”
La movilización policiaca fue impresionante, todo los cuerpos de seguridad se volcaron a la dirección dada por el criminal, encontrando a una mujer en posición fetal con un agujero en el pecho, con la agravante que ahora no ningún rastro de sangre que indicara que fue ultimada ahí;  por primera vez el asesino no ejecuto a su víctima en ese lugar, sino que ahora cambio el modus operandi y no dejo rastros.
Todos estaban sorprendidos de cómo era posible que una persona no fuera vista dejando un cadáver en la zona, puesto que un hotel y varios comercios se encuentran en esa calle; la inspección preliminar indicaba que la mujer llevaba al menos cinco horas de muerta, lo que indicaba por la hora que había sido depositada aproximadamente a las cuatro de la mañana.




No hay comentarios:

Publicar un comentario