Tomada de la Red |
Sin lugar a dudas; todo poeta y escritor tiene en algún
momento su punto de inspiración en la luna, ese satélite natural que como hoy
nos deleita con su luz prestada del astro rey pero que es la fuente inagotable
del amor que se escribe y se canta en cualquier lugar del mundo.
En lo particular a mí me trae siempre hermoso recuerdos de
relaciones pasadas, en las cuales tuve como cómplice a la luna, aquella que
ilumino mi camino hacia ella, o que me
recuerda a la luz de esa sonrisa que siempre me regalaban al llegar, claro está
junto al beso siempre esperado que venía detrás de esa sonrisa.
Recuerdo que muchas veces me enviaba mensajes para que en
determinado momento volteara a ver a Selene radiante con el orgullo de ser
fuente de inspiración de los poetas y de uno que otro loco que intentaban hacer
poesía como su servidor, además el recordar esa preciosa sonrisa que iluminaba
mi vida y que le hacía más llevadera la rutina.
Estos recuerdos siguen en mí, cada uno con su matiz y su
significado, con nuevos elementos que me permiten seguir viendo hacia la luna,
esa luna, que a pesar de que todo cambia ella sigue ahí con su luz prestada,
pero iluminando el alma y el
romanticismo de todo el mundo, cada luna llena nos trae recuerdos bellos y
personas nuevas que llegan a la vida.
Luna: me seguirás iluminando hasta el fin de mis días,
todavía iluminaras a mis hijos y nietos seguirás siendo la fuente inagotable de
la mente de cualquier escritor que pondrá en sus versos el amor y la luz de tu
pálida faz, enamorando y llenando de nostalgia a los corazones solitarios y de
miel a los enamorados que ven en ti a la
cómplice perfecta para su relación.
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