Tomada de la red |
Dejo a un lado la pc, se dirigió a tomar
un buen vaso de whisky y un cigarro para despejar la mente un poco;
pensaba en su vida como había cambiado
desde el accidente que tuvo hace cinco años, donde por llevar unas copas de más
choco su auto, Roció iba con él y desafortunadamente falleció al chocar con
otro auto que desgraciadamente el otro conductor iba en peores condiciones que él,
quien tuvo la culpa fue el otro conductor; pero él siempre se echó la culpa por
no reaccionar a tiempo.
Sus sentimientos estaba flor de piel,
viendo el retrato de su amada con él, sonriendo y expresando su amor; comenzó a
llorar y a maldecir al alcohol que lo condujo a esta situación de soledad,
arrojo el vaso de whisky lejos y lloro hasta quedarse dormido.
“No me hagas sufrir más amor; Te Amo”
fueron las palabras que lo despertaron de manera abrupta; esa voz era
inconfundible, busco por todos lados esperando verla, pero recordó que ella
había fallecido y encendió las luces para comprobar que estaba en su
departamento y completamente solo, todavía asustado se dirigió al escritorio
para continuar con su obra, aunque en su mente seguían escuchando esas palabras
y sobre todo el timbre de voz que era de su amada.
“¿Es la pregunta de los diez millones;
verdad? Fue el comentario que hizo Julián al ver que ella no atinaba a
responder, “ no te preocupes si quieres me puedes contestar más tarde, no tengo
prisa por saber” pero Iri sonrió y le comento que le iba a decir la verdad que
no tendría secretos para el sobre esa situación: “te mentiría si dijera que te
estuve siguiendo, no fue algo espontaneo, algo que no puedo explicar, no tenía
planeado nada para quitarme de encima a José; pero al verte me llego la idea de
hacer lo que hice, te vi y me inspiraste mucha confianza no te ves como el
común de las personas.”
La mirada que tenía Iri le decía a Julián
que no estaba mintiendo, y no dejaba de verle los ojos; lo estaban hechizando,
no podía dejarla le mirar y siguió escuchando los motivos de ella: “pensé que
me ibas a rechazar y me daba más miedo que lo hicieras y dejarme en ridículo
delante de mis compañeros; sin embargo no lo hiciste me ayudaste sin ni
siquiera conocerme” el tono de voz de Iri fue de agradecimiento y lo completo
tomándole la mano y diciéndole “gracias por ayudarme.”
Esto descoloco a Julián, no esperaba esa
respuesta y no dejaba de mirarla a los ojos, y sobre todo a su hermosos labios, deseando besarlos
nuevamente; sin embargo se contuvo y le correspondió el gesto tomando el
también su mano, dándole un tierno beso en ella, “ no tienes que agradecer, gracias a eso
estamos acá, yo disfrutando de tu
hermosa compañía y tú de un delicioso capuchino” la cara de ella se puso de mil
colores y no supo que responder, (por lo general estaba acostumbrada a recibir
piropos y no tomarlos en cuanta, pero esta vez le encanto).
No queriendo interrumpir pero con la
necesidad de entregar la orden el mesero carraspeo, esto hizo que ambos
reaccionaran y se soltaran las manos; ella se puso roja como tomate, el mesero
le reconforto diciendo: “no los molestare más a menos que ustedes me llamen,
que disfruten su orden” dicho esto se fue y los dejo con sus pensamiento a flor
de piel, ella rompió el silencio preguntando si la respuesta era lo que
esperaba: “no esperaba esa respuesta
pero me satisface, bueno ahora te toca a ti preguntarme algo hazlo.”
Este era un juego de ajedrez para ambos,
cada uno movía sus piezas para ver lo mejor posible los movimientos de cada
uno, querían saber todo de cada uno pero tenían que hablar con tacto para
evitar ser descubiertos (aunque ambos lo sabían), Iri preparado su pregunta
para saber más de el: ¿Por qué te divorciaste? Fue la pregunta, la cara de el
cambio de pronto no molesto pero si un
poco incómodo; “ es una historia larga que algún día te contare, pero por ahora
solo ten en cuenta una cosa; mi pasado está enterrado, y ya no me hace daño
pero no es algo que pueda contar así nada más” al oír esto ella se preocupó
porque pensó que había hecho mal en
preguntar; Julián la reconforto diciéndole que era algo normal que preguntaran
eso a una persona en su situación; y que de ella no le molestaba al contrario
le agradaba que fuera un poco directa como él lo había sido con su pregunta.
Ambos acordaron cambiar de tema y
comenzaron a hablar de sus personalidades, de sus aficiones y sobre todo de
ellos; tan entrados en su plática estaban que no se dieron cuenta que alguien
llegaba a su mesa y los saludaba no muy amablemente que digamos: era José que
había llegado a la cafetería de casualidad y los vio juntos y decidió saludar a
Iri mas que a Julián, le quiso dar un beso pero ella se lo impidió, y le pido
que se retirara que no era bienvenido a su mesa.
José quiso disculparse pero ella no lo
dejo y le pidió respeto por la persona que estaba con ella: su “novio” ante
esto no tuvo más remedio que darse la vuelta y sentarse a distancia, esto
incomodo a ambos y prefirieron abandonar el lugar; Julián llamo al mesero y le
pido la cuenta, Iri comento que dividirían la cuenta, negándose inmediatamente
el diciendo que es su invitada y que el pagaría.
Eran las siete de la tarde cuando salieron
de la cafetería, aún estaba algo claro, sin saber qué hacer para continuar su
plática, decidieron ir al sentarse a un
parque cercano del lugar donde estaban, al llegar se acomodaron en una banca y
ella se sentó frente a él, que no dejaba de mirarla a los ojos; esta situación la ponía nerviosa, puesto que
ella tampoco podía dejar de mirarlo; algo estaba naciendo en ellos, pero aún no
era tiempo de darlo a conocer.
Para romper el momento Iri pensó que mejor
sería retirarse, así se lo hizo saber, a lo que el respondió que estaba bien
que no quería otro regaño delante de el de parte de su mama, ella respiro
aliviada; cuando menos pensaba que no debían de romper algunas reglas, se
dirigieron a tomar una taxi para llegar más rápido a su casa.”
Cada una de las palabras que salían de su
mente resonaban mis fuerte en él, como si quisieran decirle: “sigue no te
detengas”, pero él no tenía fuerzas para continuar en ese momento quería
descansar y tratar de volver a dormir para siquiera escuchar de nuevo la voz de
su amada; dejo la computadora y se dirigió a su cama donde al poner la cabeza
en la almohada se quedó dormido hasta la mañana siguiente.
Ahora fue el timbre de la puerta el que
despertó a Gustavo, el insistente sonar de la puerta, fue quien lo regreso del
mundo de los sueños, se apresuró a ver quién era: resulto su jefe que le hacia
una “visita de cortesía” para saber cómo iba con su obra; en realidad quería saber cómo estaba su amigo si seguía
bebiendo como cosaco y cuando menos tomaba un poco menos, “estoy bien” contesto
ante su jefe; no es necesario que me vengas a despertar, te entregare la parte
que toca para antes del viernes .
“no vengo a verte para hablar de trabajo
nada más, necesito que visites a un psicólogo para que te ayude a superar tus
traumas y para que dejes de dañarte consumiendo tanto alcohol,” fueron las
palabras del jefe; Gustavo se sintió como un niño pequeño que le estaban
regañando, pero en todo tenía razón no estaba bien y eso lo sabía de sobra pero
como todo buen hombre no le daba la suficiente importancia.
“quiero que vayas al médico a hacerte una
valoración general y después arregles una cita con un psicólogo, no admito un
no y quiero tus recetas y recibos de pagos de estos servicios para que el
diario lo cubra si no lo haces puedes quedarte sin empleo y eso es peor”, fue
la orden determinante que dio el jefe y se retiró dejando a Gustavo perplejo,
cerró la puerta y se quedó meditando lo dicho, decidió por el momento desayunar
y luego con el estómago con comida pensar bien las cosas.
Terminando de desayunar, sin tomar ningún
vaso de whisky se dirigió a su escritorio para
continuar con su historia, tenía en mente todavía algunos cabos sueltos,
pero confiaba en poder subsanar eso para avanzar y terminarla con el final que tenía
planeado.
“Después de llegar a su casa le pido por
favor le marcara en cuanto llegara a su domicilio para saber que llego con bien,
le dio un beso en la mejilla pero muy cerca de los labios provocando una
sonrisa y luego le dijo hasta luego, él se retiró con una gran sonrisa en los
labios y el sabor de su boca en la mejilla; en cuanto llego a su cuarto lo
primero que hizo fue llamarle por celular, para también saber si no la habían
regañado; le contesto que no que todo estaba bien, pero quería saber algo de
el: “¿te gusto?” fue la pregunta a quemarropa; quiso imaginar la cara de
sorpresa del pero al escuchar la respuesta la sorprendida fue ella “¡claro que
sí!” fueron las palabras que escucho ella: “eres una chiquilla muy linda, con
un encanto muy especial que me ha dejado muy impresionado,” se quedó sin
palabras solo pudo atinar a decir gracias, y darle las buenas noches.
Julián pensó que se había precipitado al
decirle lo que sentía, pero de alguna manera se quitó presión por lo que dijo,
necesitaba decirlo porque si no lo iba a volver loco, pensó en volver a
llamarle pidiendo perdón pero en ese momento
sonó el celular y contesto de inmediato “hola me has dejado muda con tu
respuesta creo que debo ser honesta también contigo: me gustas y cuando estoy
cerca de ti me siento muy a gusto y sobre todo protegida, gracias y perdón por llamar, eso era lo que quería
decirte hasta pronto” dicho esto colgó.
La sensación que recorrió el corazón de
Julián fue tan agradable que solo atino
a dejar el celular en su mesa de noche, y se acostó a dormir soñando con esa
chiquilla que le robo el corazón de la manera más extraña, pero que ella entregaba
a cambio el suyo…
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