miércoles, noviembre 13, 2013

Relatos...El escritor de historias cortas II

…El sonido estridente de su teléfono y la intensa luz solar entrando por su ventana, le hizo abrir los ojos; era su jefe que necesitaba verlo para poder organizar la edición de fin de semana de  “La Fuente”, periódico de circulación estatal que tenía un suplemento todos los domingos con distintos temas, pero uno solo de base: “Historias Cortas” del escritor Gustavo Cesarman Alarcón, (nuestro escritor), cuyos relatos cortos de al menos dos cuartillas eran del gusto de algunos lectores, historias cortas parecidas a cuentos o fabulas que salían de la creatividad de nuestro personaje.
“Necesito verte urgentemente, necesitamos una buena historia y que no sea de alguna loca aventura de ebrios o de policías, necesitamos una menos fuerte” fueron las palabras del jefe de edición del diario;  medio dormido solo alcanzo a responder con sonidos ininteligibles, mientras se levantaba a su pequeña cocina para preparar un poco de café para mitigar el dolor de cabeza,
Una vez bañado y medio arreglado para salir paso  lo que llevaba de su pequeña obra en una memoria USB para mostrarla a su jefe, enfilando  por  el centro de su ciudad camino solo unas cuadras para llegar al edificio añejo del periódico, al entrar fue recibido por el portero; de manera apurada le requirió su gafete de identificación  mencionando su cita con el jefe de edición puesto que le alerto que cuando llegara lo hiciera pasar inmediatamente.
La oficina del quien llevaba las riendas de este rotativo era como sacada de los años cincuentas con fotos en blanco y negro de algunos de los políticos estatales, por supuesto junto al jefe, al pasar Gustavo por  la puerta recordó que cuando entraba, pareciera que entraba a una capsula del tiempo;  pero la voz de su jefe exigiendo su trabajo lo saco de sus pensamientos.
“Aquí tiene no está completa aun no logro terminarla; no es la historia de ebrios ni policíaca, es más bien una historia rosa, es lo único que tengo” previniendo un regaño solo atino a cambiar la mirada hacia otro lado; al oír esto el jefe metió la memoria a su lap top,(único elemento moderno en esta oficina) al empezar a leer la historia su cara cambio de un enojo a una gran carcajada de sorpresa: “mira nada más el famoso escritor Gustavo Cesarman escribiendo una historia de amor; ¿Es acaso tu sueño guajiro de felicidad? Esto es algo que no te conocía, tu creatividad esta de buenas”.
Un poco sorprendido por el comentario, prefirió guardar silencio hasta que hubiera acabado de leer el fragmento de la historia que le entrego;  al terminar de leerla el jefe de edición se quedó pensativo reflexiono un momento sobre lo que iba a decir, y empezó a marcar un numero de extensión para hablar con los encargados de diseñar el diario.
“La historia va pero necesito que para la próxima semana continúes con la trama que llevas la realizaremos en varias partes dependiendo del desarrollo que lleves de todo esto, no es la octava maravilla pero está tranquila para un buen domingo, algo así nos pidieron los lectores del fin de semana”.  Durante las semanas pasadas el periódico había hecho una encuesta sobre lo que preferían durante los suplementos dominicales y muchos lectores preferían historias rosas o de reflexión para entretenerse y olvidarse de la rutina.
Esto le daría al menos unos dos días para poder descansar un poco y  realizar una buena trama de esta historia que aún le seguía revoloteando en la cabeza, pero no contaba con el ánimo del jefe que le pidió que le trajera una continuación de la historia más tardar pasado mañana, lo cual de alguna manera descoloco su itinerario mental, trabajaría sobre la marcha y necesitaba de todo su ingenio para poder avanzar en su novela de amor.
Una vez instalado nuevamente en su habitación frente a la pantalla, empezó a ordenar ideas para poder darle la coherencia que llevaba desde el inicio de su relato, (que ahora no era de dos cuartillas sino que prometía más páginas de lectura); empezó a teclear y las palabras fueron fluyendo de manera continua enlazando las dos vidas tan distintas y sobre todo dispersas una de otra.

“¿Quién de los dos daría el siguiente paso? Iri solo tenía el número del celular de Julián, el por su parte solo sabía que era estudiante de la universidad y la escuela a la que asistía por el uniforme que portaba; pero el destino movió sus cartas a favor de ellos cuando en días posteriores empezó nuevamente el acoso de José para Iri, repuesto del coraje que le había causado ese entrometido, comenzó a preguntarle por su viejo ocupando un tono despectivo para decirlo.
“Déjame  en paz, no tengo por qué aguantarte tus comentarios tontos para mi novio eres mi amigo pero no te pases”, diciendo esto se dio la vuelta y camino a su salón, con el pensamiento de la oferta de Julián y como su amable trato le había dejado impactada además de sus ojos  y ese aire de complicidad que el manejo.
En su escritorio en Global Enterpisse, Julián meditaba sobre lo acontecido días antes en la calle, su encuentro con esa joven que solo sabía se llamaba Irlanda y que le impacto sobre manera su hermoso rostro y eso ojos oscuros que tenían un brillo especial, además de unos labios sencillamente sensuales; pero pensó que solo sería la única vez que la vería puesto que no quedaron en nada.
Tratando de lidiar con un presupuesto un poco extraño y con la presión de entregarlo lo más pronto posible olvido por completo ese encuentro y se dedicó a realizar la cotización que tendría que entregar; cuando sonó la música de los “Chemical Brothers” tono que tenía para su móvil, extrañado por el número que aparecía,  puesto que solo quien la hacía llamadas era por lo general el jefe de la oficina cuando no estaba, su instructor para decirle alguna orden en el entrenamiento o su familia;  números que tenía perfectamente definidos, pero este no  era conocido, era 7609141296 .
Pensando que fuera una broma contesto de muy mala gana, pero al escuchar la voz  grande fue su sorpresa: “hola Amor ¿cómo estás? Oye un favor podrías venir por mi hoy necesito platicar contigo sabes me gustaría que me invitaras un café delicioso donde  fuimos el fin de semana pasado ¿qué dices?”
Su mente empezó a pensar rápido que decir puesto que no esperaba una propuesta como esta; “Iri espero que no lo tengas en altavoz” “claro que no amor” fue la respuesta; “¿ok a qué hora vas a salir?” después de un ratito de platica con ella le comento que saldría a las 6 de la tarde, él le especifico como iría vestido para que lo ubicara y que no se sorprendiera si le llevar una flor puesto que tendría que seguir con su juego”.
¿Cuál sería el momento de este nuevo encuentro? Las diferentes reacciones que se tendrían en el círculo de amistades de Iri así como su reacción a ver de nuevo a Julián  y recordar eso ojos que alguna manera le intrigaba como la vio esa ocasión no como un trofeo ni como una niña jugando simplemente a ser una novia;  la observo como una mujer pero con la delicadeza  de un caballero.
“Julián por su parte paso  la media tarde pensando en el asunto de la jovencita Iri, como le empezó a llamar,  pensando en las diversas posibilidades que tendrían que surcar; se sintió nervioso no solo no había hecho por hablarle si no que ahora era su “novia”, que pensar en ese momento; sonreía por recordar el momento en el cual ella le dio un tierno beso; algo que no recordaba  hace mucho, la calidez de unos labios  perfectos así con la mirada de inocencia y de súplica.
El sonido del celular lo volvió a sacar de concentración, nuevamente era esta chica; “hola de nuevo: por favor ayúdame en esta ocasión sé que soy una completa desconocida para ti, pero te juro que no trato de jugar es que quiero quitarme de encima a mi compañero y me siento en confianza para pedirte este favor.”
La respuesta fue afirmativa y asegurando que le  tenía  confianza en y que ella confiara en él,  confirmo la hora de la cita y sobre todo el lugar para no equivocarse puesto que la entrada a la universidad es una sola, pero dentro es un laberinto de pasillos y edificios; “ahí estaré jovencita Iri” contesto con un tono amigable.
El tiempo parecía pasar muy lento para Iri, de lo nerviosa que estaba no atinaba a poner atención a sus clases, esperando con ansia la hora de la cita; pero había algo que no entendía, no había sentido esa sensación nunca, si tuvo  amores platónicos pero ninguno le hacía sentir esa extraña sensación, esa situación era relativamente nueva para ella. Su maestro la saco de sus pensamientos preguntándole alguna cuestión de la clase de historia de México; a lo que ella respondió a medias puesto que ella dominaba esa parte de su carrera.
La hora llego: más nerviosa que nunca camino a paso lento, como dándole tiempo para que llegara antes que ella al punto de reunión; pero queriendo por dentro correr para que no tuviera que esperar, ella estaba ataviada con su uniforme de universitaria, pantalón azul y blusa azul cielo con el logo de su facultad, personalizada con su nombre “Irlanda”,  zapatillas al juego con su bolso porta lap;  que a la vez le servía de bolso de mano; llego a la cafetería que se encontraba cerca de su facultad, no lo vio al momento pero al recorrer la vista hacia el interior del lugar lo vio como se ve a un anillo de oro en metal simple, el único que tenía traje y corbata; lo encontró platicando muy animadamente con el encargado de la cocina.
Esto la sobresalto; no esperaba que alguien lo conociera dentro de la universidad, prefirió llamarlo por el celular para cambiar el lugar de reunión por seguridad y para quitarse de encima a José de una vez por todas;  observo como buscaba el móvil y le comento que lo vería en la entrada principal y que esperaba su flor prometida.
Un tornado habría hecho menos daño que Iri corriendo a la entrada para llegar antes, tropezó con José y le dijo que llevaba prisa, trato de detenerla pero solo recibió un “no molestes” por respuesta; sin imaginar que Julián había visto todo el numero desde que llego “la jovencita Iri” a la cafetería y caminado tranquilamente llego al lugar de la cita un poco después de la llegada “safe” de Irlanda.
“Hola “Jovencita Iri” le esbozo una sonrisa demostrando su calidez humana y a la vez sorprendido por encontrarla más hermosa aun que cuando la vio por primera vez; al verlo Irlanda no solo se sorprendió por encontrarlo tan rápido que tuvo que tomar aire para poder esbozar un “hola”, además de darle un beso en la boca; situación que  ahora si descontrolo a Julián: un primer beso medio bizarro por la situación y porque se daba en el lugar menos esperado.
Ella por su parte solo atino a darle ese beso porque quería darle un aviso definitivo a José de que ella no estaba interesada en él; pero no calculo la emoción que empezó a sentir al saborear los labios de Julián, no fue una sensación de cuando besas a un familiar, fue algo más emotivo para ella, sintió una caricia en su boca.
Después del beso Iri le saludo de manera normal “hola Como estas amor”,  fijando su mirada en los ojos que ahora la estaban hechizando, una mirada de cariño pero no fraternal sino más bien de correspondencia de sentimientos, “nos vamos “jovencita Iri”  a tomar el café que te prometí” fueron las palabras que la despertaron, le pregunto sobre su flor poniendo cara de niña que no recibió su premio por algo bien hecho: “aquí la tienes” le dijo sacando de su saco una rosa color azul con un moñito rojo, al verla Iri abrió los ojos sorprendida y a la vez halagada por el pequeño detalle”

El cansancio empezó a hacer mella en el cerebro del escritor además no había probado nada más que un café en el mediodía que se despertó, tenía que alimentarse así que fue a su cocina a prepararse algo para mitigar la sensación de hambre, pero su mente seguía conectado a la obra que estaba haciendo e imaginando todos los posibles diálogos que tenía que hacer para hacer coherente su historia…

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