…El sonido estridente de su teléfono y la
intensa luz solar entrando por su ventana, le hizo abrir los ojos; era su jefe
que necesitaba verlo para poder organizar la edición de fin de semana de “La Fuente”, periódico de circulación estatal
que tenía un suplemento todos los domingos con distintos temas, pero uno solo
de base: “Historias Cortas” del escritor Gustavo Cesarman Alarcón, (nuestro
escritor), cuyos relatos cortos de al menos dos cuartillas eran del gusto de
algunos lectores, historias cortas parecidas a cuentos o fabulas que salían de
la creatividad de nuestro personaje.
“Necesito verte urgentemente, necesitamos
una buena historia y que no sea de alguna loca aventura de ebrios o de
policías, necesitamos una menos fuerte” fueron las palabras del jefe de edición
del diario; medio dormido solo alcanzo a
responder con sonidos ininteligibles, mientras se levantaba a su pequeña cocina
para preparar un poco de café para mitigar el dolor de cabeza,
Una vez bañado y medio arreglado para
salir paso lo que llevaba de su pequeña
obra en una memoria USB para mostrarla a su jefe, enfilando por el
centro de su ciudad camino solo unas cuadras para llegar al edificio añejo del
periódico, al entrar fue recibido por el portero; de manera apurada le requirió
su gafete de identificación mencionando
su cita con el jefe de edición puesto que le alerto que cuando llegara lo
hiciera pasar inmediatamente.
La oficina del quien llevaba las riendas
de este rotativo era como sacada de los años cincuentas con fotos en blanco y
negro de algunos de los políticos estatales, por supuesto junto al jefe, al
pasar Gustavo por la puerta recordó que
cuando entraba, pareciera que entraba a una capsula del tiempo; pero la voz de su jefe exigiendo su trabajo
lo saco de sus pensamientos.
“Aquí tiene no está completa aun no logro
terminarla; no es la historia de ebrios ni policíaca, es más bien una historia
rosa, es lo único que tengo” previniendo un regaño solo atino a cambiar la
mirada hacia otro lado; al oír esto el jefe metió la memoria a su lap
top,(único elemento moderno en esta oficina) al empezar a leer la historia su
cara cambio de un enojo a una gran carcajada de sorpresa: “mira nada más el
famoso escritor Gustavo Cesarman escribiendo una historia de amor; ¿Es acaso tu
sueño guajiro de felicidad? Esto es algo que no te conocía, tu creatividad esta
de buenas”.
Un poco sorprendido por el comentario,
prefirió guardar silencio hasta que hubiera acabado de leer el fragmento de la
historia que le entrego; al terminar de
leerla el jefe de edición se quedó pensativo reflexiono un momento sobre lo que
iba a decir, y empezó a marcar un numero de extensión para hablar con los
encargados de diseñar el diario.
“La historia va pero necesito que para la
próxima semana continúes con la trama que llevas la realizaremos en varias
partes dependiendo del desarrollo que lleves de todo esto, no es la octava
maravilla pero está tranquila para un buen domingo, algo así nos pidieron los
lectores del fin de semana”. Durante las
semanas pasadas el periódico había hecho una encuesta sobre lo que preferían
durante los suplementos dominicales y muchos lectores preferían historias rosas
o de reflexión para entretenerse y olvidarse de la rutina.
Esto le daría al menos unos dos días para
poder descansar un poco y realizar una
buena trama de esta historia que aún le seguía revoloteando en la cabeza, pero
no contaba con el ánimo del jefe que le pidió que le trajera una continuación
de la historia más tardar pasado mañana, lo cual de alguna manera descoloco su
itinerario mental, trabajaría sobre la marcha y necesitaba de todo su ingenio para
poder avanzar en su novela de amor.
Una vez instalado nuevamente en su
habitación frente a la pantalla, empezó a ordenar ideas para poder darle la
coherencia que llevaba desde el inicio de su relato, (que ahora no era de dos
cuartillas sino que prometía más páginas de lectura); empezó a teclear y las
palabras fueron fluyendo de manera continua enlazando las dos vidas tan
distintas y sobre todo dispersas una de otra.
“¿Quién de los dos daría el siguiente
paso? Iri solo tenía el número del celular de Julián, el por su parte solo sabía
que era estudiante de la universidad y la escuela a la que asistía por el
uniforme que portaba; pero el destino movió sus cartas a favor de ellos cuando
en días posteriores empezó nuevamente el acoso de José para Iri, repuesto del
coraje que le había causado ese entrometido, comenzó a preguntarle por su viejo
ocupando un tono despectivo para decirlo.
“Déjame
en paz, no tengo por qué aguantarte tus comentarios tontos para mi novio
eres mi amigo pero no te pases”, diciendo esto se dio la vuelta y camino a su
salón, con el pensamiento de la oferta de Julián y como su amable trato le
había dejado impactada además de sus ojos
y ese aire de complicidad que el manejo.
En su escritorio en Global Enterpisse, Julián
meditaba sobre lo acontecido días antes en la calle, su encuentro con esa joven
que solo sabía se llamaba Irlanda y que le impacto sobre manera su hermoso
rostro y eso ojos oscuros que tenían un brillo especial, además de unos labios
sencillamente sensuales; pero pensó que solo sería la única vez que la vería
puesto que no quedaron en nada.
Tratando de lidiar con un presupuesto un
poco extraño y con la presión de entregarlo lo más pronto posible olvido por
completo ese encuentro y se dedicó a realizar la cotización que tendría que
entregar; cuando sonó la música de los “Chemical Brothers” tono que tenía para
su móvil, extrañado por el número que aparecía,
puesto que solo quien la hacía llamadas era por lo general el jefe de la
oficina cuando no estaba, su instructor para decirle alguna orden en el
entrenamiento o su familia; números que tenía
perfectamente definidos, pero este no
era conocido, era 7609141296 .
Pensando que fuera una broma contesto de
muy mala gana, pero al escuchar la voz
grande fue su sorpresa: “hola Amor ¿cómo estás? Oye un favor podrías
venir por mi hoy necesito platicar contigo sabes me gustaría que me invitaras
un café delicioso donde fuimos el fin de
semana pasado ¿qué dices?”
Su mente empezó a pensar rápido que decir
puesto que no esperaba una propuesta como esta; “Iri espero que no lo tengas en
altavoz” “claro que no amor” fue la respuesta; “¿ok a qué hora vas a salir?”
después de un ratito de platica con ella le comento que saldría a las 6 de la
tarde, él le especifico como iría vestido para que lo ubicara y que no se
sorprendiera si le llevar una flor puesto que tendría que seguir con su juego”.
¿Cuál sería el momento de este nuevo
encuentro? Las diferentes reacciones que se tendrían en el círculo de amistades
de Iri así como su reacción a ver de nuevo a Julián y recordar eso ojos que alguna manera le
intrigaba como la vio esa ocasión no como un trofeo ni como una niña jugando
simplemente a ser una novia; la observo
como una mujer pero con la delicadeza de
un caballero.
“Julián por su parte paso la media tarde pensando en el asunto de la
jovencita Iri, como le empezó a llamar, pensando en las diversas posibilidades que
tendrían que surcar; se sintió nervioso no solo no había hecho por hablarle si
no que ahora era su “novia”, que pensar en ese momento; sonreía por recordar el
momento en el cual ella le dio un tierno beso; algo que no recordaba hace mucho, la calidez de unos labios perfectos así con la mirada de inocencia y de
súplica.
El sonido del celular lo volvió a sacar de
concentración, nuevamente era esta chica; “hola de nuevo: por favor ayúdame en
esta ocasión sé que soy una completa desconocida para ti, pero te juro que no
trato de jugar es que quiero quitarme de encima a mi compañero y me siento en
confianza para pedirte este favor.”
La respuesta fue afirmativa y asegurando
que le tenía confianza en y que ella confiara en él, confirmo la hora de la cita y sobre todo el
lugar para no equivocarse puesto que la entrada a la universidad es una sola,
pero dentro es un laberinto de pasillos y edificios; “ahí estaré jovencita Iri”
contesto con un tono amigable.
El tiempo parecía pasar muy lento para
Iri, de lo nerviosa que estaba no atinaba a poner atención a sus clases,
esperando con ansia la hora de la cita; pero había algo que no entendía, no
había sentido esa sensación nunca, si tuvo
amores platónicos pero ninguno le hacía sentir esa extraña sensación,
esa situación era relativamente nueva para ella. Su maestro la saco de sus
pensamientos preguntándole alguna cuestión de la clase de historia de México; a
lo que ella respondió a medias puesto que ella dominaba esa parte de su
carrera.
La hora llego: más nerviosa que nunca
camino a paso lento, como dándole tiempo para que llegara antes que ella al
punto de reunión; pero queriendo por dentro correr para que no tuviera que esperar,
ella estaba ataviada con su uniforme de universitaria, pantalón azul y blusa
azul cielo con el logo de su facultad, personalizada con su nombre
“Irlanda”, zapatillas al juego con su
bolso porta lap; que a la vez le servía
de bolso de mano; llego a la cafetería que se encontraba cerca de su facultad,
no lo vio al momento pero al recorrer la vista hacia el interior del lugar lo
vio como se ve a un anillo de oro en metal simple, el único que tenía traje y
corbata; lo encontró platicando muy animadamente con el encargado de la cocina.
Esto la sobresalto; no esperaba que
alguien lo conociera dentro de la universidad, prefirió llamarlo por el celular
para cambiar el lugar de reunión por seguridad y para quitarse de encima a José
de una vez por todas; observo como
buscaba el móvil y le comento que lo vería en la entrada principal y que
esperaba su flor prometida.
Un tornado habría hecho menos daño que Iri
corriendo a la entrada para llegar antes, tropezó con José y le dijo que
llevaba prisa, trato de detenerla pero solo recibió un “no molestes” por
respuesta; sin imaginar que Julián había visto todo el numero desde que llego
“la jovencita Iri” a la cafetería y caminado tranquilamente llego al lugar de
la cita un poco después de la llegada “safe” de Irlanda.
“Hola “Jovencita Iri” le esbozo una
sonrisa demostrando su calidez humana y a la vez sorprendido por encontrarla más
hermosa aun que cuando la vio por primera vez; al verlo Irlanda no solo se sorprendió
por encontrarlo tan rápido que tuvo que tomar aire para poder esbozar un
“hola”, además de darle un beso en la boca; situación que ahora si descontrolo a Julián: un primer beso
medio bizarro por la situación y porque se daba en el lugar menos esperado.
Ella por su parte solo atino a darle ese
beso porque quería darle un aviso definitivo a José de que ella no estaba
interesada en él; pero no calculo la emoción que empezó a sentir al saborear
los labios de Julián, no fue una sensación de cuando besas a un familiar, fue
algo más emotivo para ella, sintió una caricia en su boca.
Después del beso Iri le saludo de manera
normal “hola Como estas amor”, fijando
su mirada en los ojos que ahora la estaban hechizando, una mirada de cariño
pero no fraternal sino más bien de correspondencia de sentimientos, “nos vamos
“jovencita Iri” a tomar el café que te
prometí” fueron las palabras que la despertaron, le pregunto sobre su flor
poniendo cara de niña que no recibió su premio por algo bien hecho: “aquí la
tienes” le dijo sacando de su saco una rosa color azul con un moñito rojo, al
verla Iri abrió los ojos sorprendida y a la vez halagada por el pequeño detalle”
El cansancio empezó a hacer mella en el
cerebro del escritor además no había probado nada más que un café en el
mediodía que se despertó, tenía que alimentarse así que fue a su cocina a
prepararse algo para mitigar la sensación de hambre, pero su mente seguía
conectado a la obra que estaba haciendo e imaginando todos los posibles
diálogos que tenía que hacer para hacer coherente su historia…
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