domingo, noviembre 24, 2013

Relatos... El escritor de historias cortas VI

Esta es la ultima parte, disculpen los errores pero es algo que me salio así de improviso, espero les guste y gracias por leerme.

… Esa noche Julián no pudo dormir, su mente era un caos, por las palabras que escucho de parte de Iri; por otro lado las implicaciones que tendría para con la familia de ella de que anduviera con alguien mayor que ella, que le prohibieran verse y que a ella le castigaran, en fin muchas cosas pasaron por su mente y finalmente se quedó dormido.
Por otro lado Iri lanzo un grito de felicidad que provoco que su madre asustada fuera a verla, y al abrir la puerta la encontró con el celular en la mano y con una sonrisa plena, como de alguien que ha ganado un premio de aquellos que cambian la vida, le pregunto por qué eran eso gritos; al voltear a ver a su mamá se asustó y no supo que decir,  pero se adelantaron y le pregunto: “¿es por ese joven con el que saliste verdad?” si fue la respuesta de ella, de hecho acabo de comprobar que sus sentimientos son como los míos, “¡me encanta!” dijo efusivamente.
“hija ve con cuidado por lo que veo es algo mayor que tu ¿qué tanto lo conoces, de donde es?”, fueron las palabras de su madre, pero conociendo  a su niña sabía que era responsable de sus acto y sabía lo que hacía, así que dejo que ella siguiera con sus asuntos; pero le aconsejo tener cuidado, “lo tendré” fue su respuesta y le dio un beso tan grande que le hizo recordar cuando era pequeña y le daban un premio por su esfuerzo y su tenacidad.
Pasaron los días y nuestros protagonistas se siguieron viendo no tan frecuente como ellos quisieran, pero cuando el trabajo lo permitía él iba por ella su escuela y se veían los fines de semana, pero no se animaban a de alguna manera dar el paso importante de ser novios, aunque como se veían parecía que tenían ya meses juntos, las sonrisas en cada uno reflejaba la felicidad, para mala suerte de otros, cada día se veían más unidos.
Cada uno de ellos iba conociendo las virtudes y también los defectos, empezaron a complementar sus actividades, para evitar que dejaran sus actividades individuales y les afectara; cada uno tenía sus tiempos para ellos y para estar con sus compañeros y amigos.
Ambos  de alguna manera ya estaban conscientes de que eran novios pero aún faltaba la pregunta obligada, Julián pensaba la manera de decirle esas fantásticas palabras y esperar una respuesta; ya sea afirmativa o negativa, así que preparo el discurso y la cito para verla en un fin de semana, esperando que ella pudiera y no tuviera tareas pendientes, le llamo por teléfono y la pregunto si podían verse un poco más temprano.
"claro que si Julián no hay problema," fueron las palabras de Iri, después de hablar un rato de los acontecido en el día para ambos quedaron para verse, en el mismo lugar que la primera cita; fiel a sí costumbre, Julián llego temprano a la cita, vestido con su jeans de fin de semana, solo usaba traje en el trabajo por ser el uniforme de la empresa, camisa manga larga color azul cielo y sus infaltables lentes de aviador.
Ella por su parte llego puntual a la cita enfundada en un vestido que le entallaba muy bien, zapatillas no muy altas, “se ve preciosa” pensó Julián, le tomo de la mano y la saludo con un tierno beso en la mejilla,  la invito a sentarse un momento; no se dio cuenta Iri de donde saco la rosa que le ofrecía al momento de sentarse, “esta hermosa gracias Julián” , una vez sentados le dijo que se quería quedarse ahí o podían ir a la cafetería donde fueron por primera vez; a lo que respondió que sería buena idea y que tenía semanas de no ir.
Como viejos conocidos del mesero ,ya llegaron y no hubo necesidad de pedir puesto que el mesero los recordaba, al irse el mesero  el empezó a comentarle le motivo es esta reunión un poco más temprano: “sabes he estado pensando mucho en lo que estoy a punto de decirte: hemos compartido en este tiempo muchas cosas,  sabes de mí y he aprendido mucho de ti, necesito una respuesta a esta pregunta pero quiero que seas sincera” al escuchar esto a Iri se le acelero el corazón, pensó las mil probabilidades que tenía a su pregunta a que si le iba a decir que solo lo quería como amigo  que si no lo quería en fin muchas cosas.
“¿Quieres ser mi novia y aguantarme como soy   te quiero y no puedo más aguantar esta situación? Se hizo un silencio ente los dos, ella se quedó pensando y bajo la mirada; al ver esto Julián pensó que no lo iba a aceptar y se quiso levantar de la mesa, para evitar que ella lo viera desarmarse y derrotado se iría; pero ella al ver la acción que pensaba hacer lo detuvo del brazo, y le contesto: “Julián quiero comentarte algo muy importante; te has convertido en algo muy bonito para mí, no quiero que te sientas mal pero lo que tengo que decirte puede no gustarte “al oír esto Julián más apesadumbrado se sintió; “ pero quiero las cosas claras así como tú las pusiste; me encantas y estoy de acuerdo contigo hemos estado juntos todo este tiempo y he aprendido mucho de tu vida, por eso ¡si quiero ser tu novia!”
La sonrisa de Iri era del mas cristalino mar por la luminosidad que ofrecían a los ojos de Julián que no cabía en su asombro de que ella lo bajara al suelo y ahora la elevara al cielo, lo único que atino a hacer el acercarse y darle el beso más tierno en la boca que anhelaba besar desde hace mucho; al recibir el beso ella solo dejo fluir todo lo que sentía por el a través de esa sensación en el corazón; ¡bravo! Fue la voz que los saco de su momento, era el mesero que traía la orden y que de alguna manera le dio gusto que sus dos clientes se animaran a romper con algo, que ellos mismos se habían puesto.
“la cuenta corre por cuenta dela casa” fueron las palabras del mesero, pero Julián le dijo que no que no iba a permitir que de su sueldo saliera su consumo; “no se preocupe mi querido amigo yo soy el dueño y desde la primera vez que los vi sabía que ustedes no eran novios pero como se miraban terminarían siéndolo y me da gusto que mi humilde negocio sea el perfecto para ustedes.”
Ya más tranquilos y ya sin la presencia del dueño siguieron platicando y besándose sintiendo por primera vez un beso dado con amor y además sintiendo la correspondencia de cada uno, siguieron un rato más y salieron tomados de la mano, con un nuevo horizonte para ellos ahora juntos y con los bríos necesarios para afrontar lo que vendría para ellos, caía la tarde  y partieron rumbo hacia su destino tomados de la mano y con los corazones unido por todo el cariño que sentían uno y otro, un beso sello este nuevo pacto para continuar avanzando  y lograr sus deseos juntos.”


Epilogo:
Gustavo termino su obra como él hubiera querido, al fin y al cabo era una historia rosa, sin muertos ni golpes,  dejo la máquina y apuro un trago de su whisky, que desde que se lo sirvió no lo había tocado,  sintió un dolor inmenso en el abdomen,  pero no hizo tanto caso, encendió nuevamente la pc, para escribir y guardar algunas cosas pendientes.
El viernes por la mañana, el jefe de edición estaba furioso porque Gustavo no se presentó a entregar la última parte de su novela, por más que lo llamaba a su departamento, este no contestaba le llamo a su celular pero igual apagado; en eso su secretaria le dijo que un oficial de policía quería verlo, “hágalo pasar” fue la iracunda respuesta del jefe.
“Señor lamento informarle que el Ciudadano Gustavo Cesarman Alarcón ha fallecido víctima de una insuficiencia hepática no tratada fue encontrado muerto junto a esta memoria y esta carta dirigida a usted, reciba mis condolencias y disculpe por ser portador de esta triste noticia,”  la cara le cambio al jefe se dejó caer en su sillón de cuero y extendió la mano para tomar la USB y la carta escrita a mano de su yerno y se dispuso a leer.
“Querido jefe y suegro, como usted sabe, ahora estoy muerto me he ido a reunir al lado de mi único y gran amor: Rocío, nunca logre superar su muerte me agobiaba el sentirme culpable de su deceso, que aunque los peritajes me exoneraban para mí era el principal culpable, perdón por causarte un daño más, no quise que supieras que estaba muriendo, que este maldito alcohol me estaba matando, no tenía motivos para vivir,  no tuve el valor de quitarme la vida al perderla a ella.
Esta historia es algo parecido a mi vida con ella, no son las circunstancias exactas pero la base fue ella, la mirada tierna de mi amada me acompaña ahora no estoy solo, solo le pido que publique esta última parte con un pequeño epitafio para su servidor, que vivió para escribir pero que al morir, dejo algo bueno de el: esta pequeña historia, que no fue lo mejor que escribí, pero que fue lo que salió del corazón de este humilde aporreateclas como me llego a llamar una vez Rocío.
 Le encargo mis cosas, haga con ellas algo bueno dónelas o regálelas a alguien que sepa aprovechar y darle buen uso, algo que no muy bien hice. A usted todo mi respeto y admiración, por soportar el hecho que fui el causante del dolor que tuvo de perder a una hija,  gracias por todo lo que me ayudo a ser y sobre todo por su perdón, no puedo tener más que agradecimiento hacia su persona.
Solo me queda un soplo de vida; sepa que me reuniré con su hija y volveremos a estar juntos, para ahora no separarnos más, gracias por todo y que Dios lo bendiga.”

Al terminar de leer la carta el jefe, se soltó a llorar el único contacto con su hija ya muerta también se iba, dejo la carta a un lado y llamo a los diseñadores para darles la USB y prepararan el final de la historia de Iri; al momento de entregar la memoria le dio también la carta como un homenaje a un buen escritor de historias cortas y sobre todo a un buen hombre que no pudo superar la perdida de lo que mas amaba.

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