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Tomada de la red |
Las historias siempre pueden mezclarse ente si, da lo mismo si es con
amigos, novios y amantes: en este relato nos encontramos con 4 compañeros que por azares del destino
comparten algo en común: son divorciados, y uno de ellos está en proceso de separación,
motivo por el cual se animan a contar sus desventuras en sus relaciones y como
logran hacer frente a su situaciones.
Cada uno cuenta su historia como llego a esa situación de separarse de
su pareja: cada cual narra su amarga
experiencia, alguno liberado completamente de su cadena mental y otro
logrando zafarse del yugo, aportando algo para un nuevo integrante de este no
tan ameno club.
Adriana sufrió una gran decepción
al enterarse que su esposo la traiciono, de la manera más velada, incluso puede
decirse que los encontró juntos, pero no supo hasta después que la amante tuvo
el descaro de llamarle por teléfono, explicándole que se encontraba embarazada
y que necesitaba de Javier para que le ayudara;
sus compañeros de trabajo notaron inmediatamente que algo sucedía en la
cabeza de ella, la siempre alegre Adriana
ahora estaba malhumorada.
Su jefe inmediato, atento a sus
empleados noto que algo malo pasaba con ella, empezó a preguntarle que sucedía, a lo que siempre respondía con
evasivas o aduciendo a su enfermedad que le aquejaba, sin embargo no nada más
él se dio cuenta todos sus compañeros empezaron a notar su cambio de actitud,
algunos empezaron a cuestionar su manera de ser; con miedo a que pudieran
lastimarla o hacerla enojar.
Luisa quizá después de su jefe era quien más edad tenían y por
consiguiente más experiencia en cuanto a cada uno de los compañeros, empezó a
cuestionarle que pasaba si era porque Javier no estaba tan seguido en casa por su trabajo, o que era realmente lo que pasaba, no
pudiendo soportar más la presión de todo
el coraje que sentía le empezó a contar todo lo que le ha pasado desde que él
se fue a otra ciudad a trabajar, donde incluso ella le acompaño y donde ella se
quedó a vivir unos días.
Con todo el coraje le comento que incluso la mujer le llamo a su
celular para decirle que estaba embarazada, “tuvo el cinismo de llamarme a mi
celular y decirme eso”, luisa dejo que
se desahogara y sacara todo lo que sentía, para reconfortarle un poco y hacerle ver que no estaba sola y
que por algo se le había cuestionado tanto, “de alguna manera somos varios los
que hemos pasado por esto” y nos damos cuenta que sucede Juan (el jefe) se dio
cuenta luego, así como yo y además de victoria que me sugirió que hablara
contigo.
Todos estamos preocupados por ti sabíamos que algo pasaba, y de alguna
manera intuíamos que era de este tipo de problemas, no porque no confiáramos en
tu marido, sino porque de alguna manera
todos hemos pasado por una situación similar; ella entre sorprendida y todavía
enojada le pregunto cómo era posible que no se diera cuenta, le comento que de
alguna manera era miembros de un club: “el de los divorciados”
“todos los que te hemos cuestionado de tu situación hemos pasado por
problemas similares, por ejemplo juan se separó de su esposa hace como cuatro
años, yo ya conoces un poco mi historia,
Vicky también se divorció porque su esposo le fue infiel, en fin tenemos algo
en común, si gustas podemos platicar contigo para lo que tu consideres
necesario, conocerás nuestras desgracias y como nos levantamos de ellas para
seguir luchando por la vida.”
Juan es el jefe inmediato de todo el grupo de ejecutivos
que se encuentran en el área de ventas de su empresa, él es divorciado desde
hace más de 10 años, se mantiene soltero y en una relación, si situación al
principio no fue la mejor, después de su separación paso momento algo críticos,
una depresión leve lo mantuvo solo por varios años, después recibió ayuda de su
mentor y amigo para salir adelante;
continuo con su trabajo, hasta que por causas diversas tuvo que cambiar
de empleo y llegar a la empresa donde actualmente labora, donde conoció a los demás
miembros de este club.
Como el mismo lo comenta “su relación
no fue tan mala simplemente se acabó el
amor,” pero dentro sabía que no precisamente fue una separación suave, al
contrario fue traumatizante para él; sentirse engañado y sobre todo traicionado,
en la confianza y en el valor que el siempre trata deponer al frente: la
lealtad.
Después de su ruptura él se dedicó a trabajar para así poder sobrellevar
los sentimientos que lo atormentaban, conoció a sus compañeros y subalternos,
conociendo parte de sus vidas y ayudando en lo mejor posible el tiempo que
pasan juntos; por eso conocía a todos bien como para saber que había algún problema
con uno de ellos, se preocupaba por el buen manejo del área a su cargo y esto incluía
a quienes eran sus compañeros apoyarlos de alguna manera para hacerlos rendir más
en el empleo.
“Mis historia es simple fui engañado y traicionado, se rompió la alianza que teníamos, el matrimonio
se acabó desde antes que nos separáramos y solo se oficializo cuando firmamos
el divorcio, porque de hecho al ir cada quien por su lado, ella rehízo su vida
casi de inmediato, y ahora no sé qué fue de ella.” Es por lo general lo que comparte
con sus compañeros del club.
Solo a Adriana le conto más
detalles de su vida en pareja y de los diversos problemas que tuvo que sortear,
para que intentara comprender y tomar una decisión sobre su futuro inmediato, “soy
hombre, pero la verdad me da coraje que alguien rompa su promesa de amor, más
aun si fue bendecida en un altar;” fueron la palabras que escucho de Juan; “si
realmente quieres arreglar las cosas habla de frente con tu marido, pon las
cartas sobre la mesa y boca arriba para que no estés con el pendiente de cuáles
son sus sentimientos.”
Digamos que juan tenía algo de experiencia en esos temas, pasado por
un divorcio y saber que sus hermanos habían
pasado por ese trago amargo, lo ponían en
una perspectiva acorde para poder decirle a Adriana los paso a seguir, pero sin
decirle “haz esto o esto otro” no, solo
dando su opinión para que ella tome su propio camino a seguir; todavía sorprendida
un poco por lo relatado por Juan; Adriana solo atino a agradecer sus atenciones
y prometiéndole que lo pensaría para de una vez
dejar todo en orden en esa situación.
Cada historia que escucharía Adriana seria la experiencia de cada uno
de sus compañeros de trabajo, pero que ahora se estaban convirtiendo en sus
amigos y sobre todo formaban parte del
no tan selecto: “Club de los Divorciados”…