Todo
era confuso en los dos primeros crímenes, pero algo le decía que podía haber
alguna coincidencia entre ellos ; empezó a indagar los antecedentes de cada uno
y sus posibles nexos con el asesino: al revisar el primer caso se encontró que
fue acusado de acoso escolar y posibles daños y lesiones a varios niños en su
escuela secundaria, que no se le dio mucho seguimiento por el hecho de tener a
un padre poderoso y prominente empresario, con las suficientes influencias y el
hecho de enviarlo a una escuela en el extranjero.
El
segundo caso fue encontrando algunas similitudes; pero en esta ocasión fue en
el bachillerato donde fue acusado de lesiones a tres chicos, uno de ellos fue
quien le acuso ante la dirección de la escuela, se dio el seguimiento pero por
algunas razones extrañas no se otorgó ninguna penalización al infractor, y
dejando a la parte afectada de alguna manera sin solución solo una disculpa y
ya.
Las
identidades de los afectados no estaban en los expedientes que reviso de las
escuelas, pero empezó a encontrar algunos nombres que coincidían con algunos de
los estudiantes, estos se encontraban en la lista de los asesinados, algunos de
la secundaria y otro del bachillerato; así que parecía que tenía una leve
esperanza de encontrar alguna pista dentro de los demás miembros de las
escuelas.
La
pregunta del millón era: ¿Quién por venganza estaba asesinando a sus
excompañeros y como conseguía los datos actuales de estos? Todo era de alguna
manera confuso; pero había ya un pequeño avance en las investigaciones, tendría
que adelantarse a los crímenes buscar de alguna manera la forma de evitar y
capturar al asesino antes que dé el siguiente golpe, el ajedrez que se jugaba
era mortal, por un lado el deseo de venganza y por el otro la justicia y el
hecho de hacer cumplir la ley.
En
eso estaba cuando de repente sonó el teléfono de su escritorio, y observo de
reojo a un compañero preguntando si empezaba a rastrear la llamada haciendo un
gesto de aprobación se apresuró a contestar tratando de sonar loa voz lo más
tranquilo posible: “Que tal inspector, como esta su día; espero que tenga
avances de sus investigaciones y sepa que aún no puede capturarme, quizá tenga
algunos datos sueltos pero el verdadero asunto aún no está completo; por cierto
le deje un hermoso regalo en la estación del metro de bellas artes espero le
guste el giro que pueden dar los eventos por venir.”
Esto
último empezó a preocupar a nuestro agente, nunca desde que lo contacto por
primera vez, el tono ocupado siempre era neutro, es decir, solo se limitaba a
contar el hecho
y
dar por terminada la charla, pero ahora sobre todo con lo de “hermoso regalo”
lo inquietaba de sobre manera, tomando el control del su voz le aseguro que tenía
ya suficientes indicios sobre quien era, “no lo creo puesto que aún no tengo ningún
policía en las puertas de mi casa, hasta pronto”.
Todo
estaba confuso, ahora ¿por qué se
expresaba así de su crimen? Se apresuró a salir en busca del cuerpo que encontraría
en el lugar fijado; efectivamente se encontró un cuerpo depositado en la
entrada de la estación del metro, no había cámaras de seguridad cerca que pudiera
grabar el evento, pero ahora entendía el porqué de su emotividad no era un varón el asesinado ahora era una mujer, una muy
bella pero que se encontraba en la lista del asesino de la llamada.
Esto
daba un giro a la historia, ahora era una mujer, al parecer no solo eran
hombres a los que tenía en su lista de sentenciados, quien podía asegurar que sería
la única muerta por este hombre, cada uno de los agentes se preguntaba ¿Cómo era
posible que alguien tuviera la sangre fría para asesinar a cualquier persona?